Abengoa, que se encuentra en concurso de acreedores (antigua quiebra), solicita un rescate al Fondo de Solvencia de Empresas Estratégicas, gestionado por la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), por importe de 249 millones de euros para su filial operativa Abenewco 1.
Esta petición de apoyo forma parte del nuevo plan de reestructuración que la compañía ha ideado para tratar de superar sus dificultades financieras.
El mismo implica, además de la solicitud del citado rescate a la SEPI y de ayudas del ICO y CESCE por más de 400 millones, la entrada en su capital del fondo TerraMar Capital, con un préstamo de 150 millones y una aportación de capital de 50 millones.
Si esa operación se culminara, el fondo estadounidense TerraMar Capital terminaría controlando el 70 % de Abenewco 1, la filial a la que se han traspasado los activos más valiosos y la actividad de la matriz, que el pasado 22 de febrero solicitó el preconcurso de acreedores.
Por ello, los accionistas que conforman AbengoaShares, mayoritarios en Abengoa, se oponen a que el Gobierno finalmente decida otorgar este rescate.
Oposición a la entrada de TerraMar Capital en Abengoa
La sindicatura de accionistas AbengoaShares considera que, si el Gobierno concede el rescate público de 249 millones de euros recién solicitado por la dirección de la empresa, estará legitimando "una operación diseñada para entregar Abengoa a un fondo buitre americano".
En opinión de los citados accionistas, "el nuevo plan de refinanciación pretende entregar Abenewco1 a un fondo buitre extranjero utilizando dinero público".
De hecho, la sindicatura AbengoaShares define a TerraMar Capital como un fondo especializado en el "desguace de compañías".
Además, avisan de que "la ejecución del plan dispararía automáticamente nuevos procesos judiciales desde diversos frentes".