Lyft ha elevado el rango de precio de su oferta pública de venta (OPV) a entre 70 y 72 dólares por acción, lo que se traduce en una valoración de hasta 24.300 millones de dólares. El aumento del precio, de los 62 a 68 dólares fijados anteriormente, muestra el interés de los inversores por la mayor OPV de sector tecnológico desde la de Snap hace dos años.
La compañía de transporte comenzará a cotizar este viernes en Wall Street rodeada de altas expectativas. Los inversores están dispuestos a pasar por alto la incertidumbre sobre la rentabilidad de Lyft por temor a perderse una salida de este perfil.
Esto marca un buen presagio para otras empresas como Uber, su competidora directa, o Pinterest, que también planean salir a bolsa en 2019. Este tipo de empresas, que han permanecido en manos privadas durante mucho tiempo, tienen una acumulación de demanda para dotar de más dinero a las acciones, consideradas de alto rendimiento para diversificar el comercio de FAANG de Wall Street.
Sin embargo, hay quienes cuestionan la capacidad de Lyft para ganar dinero. La asesoría de fondos de pensiones, CtW Investment Group, defiende que la compañía se enfrenta a “una barrera casi insuperable” a la rentabilidad dados los problemas con la estrategia de precios de la empresa y las nuevas regulaciones, que aumentan los costes.
Los ingresos de Lyft en 2018 ascendieron hasta 2.160 millones de dólares, el doble que el año anterior. La tecnológica registró unas pérdidas de 911 millones en 2018, frente a los 688 millones de dólares anotados en 2017.