Invertir en oro es la alternativa al riesgo e incertidumbre del mercado. Una de las maneras en las que podemos hacerlo es comprando oro físico. La ventaja es que cuando adquirimos este metal precioso pasamos a ser sus propietarios legales, lo que significa que nosotros tenemos enteramente la potestad de vender o hacer lo que queramos con nuestro oro cuando queramos. ¿Qué otras ventajas tiene el oro físico? ¿En qué se diferencia de la inversión en ETFs de oro? Te lo contamos en el siguiente podcast.



La liquidez, esa es la segunda ventaja del oro físico. Podemos vender cuando queramos. Podemos convertir ese oro en dinero líquido en cualquier momento del día, cualquier día de la semana, siempre que tengamos a ese comprador.

Y además, como nosotros somos los propietarios de ese oro, incluso podemos guardarlo en nuestra propia casa. Evitando así los costes de almacenamiento que tiene guardarlo en una caja fuerte.

Pero tenemos una alternativa para invertir en oro: también podemos hacerlo a través de ETFs de oro. Pero ojo, hay que andarse con cuidado con las ETFs, porque muchas de ellas son productos financieros que especulan con el precio del oro sin estar respaldados con oro físico. Y ¿qué significa esto para los inversores? Que si pasa cualquier cosa, si la empresa quiebra, perdemos el dinero que hemos invertido. Pero no siempre es así. Hay empresas que sí respaldan sus ETFs con oro físico, como Invesco ETFs.

Pero en oro físico, podemos tocar nuestro oro. No tenemos que confiar en nadie para que nos respalde nuestra inversión, ni siquiera tenemos que confiar en nadie para que nos lo guarde. Nosotros somos dueños de nuestro oro y podemos convertirlo en dinero líquido cuándo y cómo queramos.