Pese a que el dato es positivo, se trata de la cifra más baja desde 1976. Sin embargo, de cumplirse las previsiones a nivel mundial, China sería una de las pocas economías mundiales en registrar expansión económica.
En el último trimestre del año, el PIB chino se elevó un 6,5 % interanual, consolidando así la recuperación económica tras el desplome del 6,8 % entre enero y marzo, precisamente los meses más duros de la pandemia en el gigante asiático, que además vinieron acompañados de semanas de parálisis económica tras el Año Nuevo lunar.
Posteriormente, la economía repuntó un 3,2 % en el segundo trimestre y un 4,9 % en el tercero.
En términos nominales, la riqueza total de China ascendió el año pasado a 12,98 billones de euros (15,68 billones de dólares).
El dato supera las expectativas
El avance del 2,3% del PIB chino supera también las expectativas de instituciones internacionales, cuyos últimos pronósticos rondaban el 2 %.
Hoy también se han publicado otros datos económicos en el gigante asiático, como el de las ventas minoristas, que cayeron un 3,9 % interanual, algo que para algunos analistas evidencia que la recuperación en China se explica más por el lado de la oferta que por el de la demanda.
Además, la producción industrial china avanzó un 2,8 % en el global del año, (superando también las expectativas), la inversión en activos fijos creció un 2,9 % (por debajo de lo esperado), y la tasa oficial de desempleo urbano se mantuvo en los mismos niveles que en 2019, al situarse en un 5,2 %.