Es curioso cómo el PIB de un país guarda relación con su medallero en las Olimpiadas. Si dividimos el Producto Interior Bruto de un estado y las medallas obtenidas durante los últimos Juegos Olímpicos (Tokio 2020), en España nos situamos en el puesto 72 de una ficticia clasificación. Según esta regla de tres, cada medalla nos costó 90.178 millones. Cifra aparentemente desproporcionada, aunque más rentable que las de Japón, Corea del Sur Francia o Alemania. Eso sí, por debajo de países como Dinamarca, Reino Unido o Italia.
Las dos grandes potencias, China y Estados Unidos, deberían doblar medallero en París por su tamaño económico.
Según su peso económico, las dos grandes potencias olímpicas, China y Estados Unidos, deberían doblar su medallero.
El 'moderado' impacto económico de París 2024
El Instituto Nacional de Estadística de Francia ha estimado que el PIB del país crecerá un 1,1% este año, mientras que sin los Juegos se quedaría en el 1%. Un impacto moderado a simple vista, pero vamos a indagar en los datos.
El incremento se concentrará en el tercer trimestre, cuando repunte un 0,5%, tres décimas más que en un escenario sin cita olímpica.
Sin embargo, en el último trimestre se producirá un efecto rebote: una contracción del 0,1% frente al 0,2% que hubiera aumentado sin Olimpiadas.
Los ingresos por venta de entradas ascenderán a 1.200 millones, además de los 750 millones por la explotación de los derechos televisivos. También destacarán las cifras del turismo, así como las primas a los agentes de policía que velan por la seguridad, funcionarios o empleados públicos que trabajarán en París 2024.
En cuanto a los gastos, el Gobierno los ha cifrado en 8.900 millones, 4.500 de ellos corresponden al Comité de Organización de los Juegos Olímpicos (COJO), mientras que los 4.400 restantes los pondrá Solideo, el organismo público encargado de gestionar las construcciones de instalaciones necesarias. En definitiva, el Tribunal de Cuentas trabaja con una horquilla de entre 3.000 y 5.000 millones de inversión pública.