El oro se suele asociar a belleza, elegancia o a su valor como activo refugio, pero sus múltiples propiedades siguen abriéndole camino en términos de usabilidad. Los últimos avances en medicina han descubierto que las nano partículas del metal precioso podrían funcionar como antibióticos.
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La noticia la publica la revista Advance Materials, que explica el proceso de una investigación en la que han participado varias universidades de todo el mundo, entre ellas una española: Rovira i Virgili (Tarragona).
En el estudio, los investigadores observaron que las nano partículas de oro deformaban un modelo artificial de membrana celular bacteriana que fabricaron en el laboratorio. De esta forma, el oro funcionaría de forma similar a un antibiótico.
El tamaño de las nano partículas es de 100 nanómetros, unas 8 veces menos que el diámetro de un cabello. El estudio concluye que cuando estas pequeñas moléculas entran en contacto con las bacterias, éstas se deforman de forma similar a si se aspirara el aire del interior de un balón y finalmente, mueren.
El oro, contra tumores
El metal dorado se lleva usando para tratar problemas de salud desde el antiguo Egipto. Desde entonces se ha ido avanzando hasta que ahora se está investigando el uso de oro para detectar y tratar tumores. En el caso de la radioterapia, la introducción de oro en el organismo –en pequeñas cantidades, claro- aumenta su efecto. Y es que la radiación choca con el oro y crece su efectividad.
En quimioterapia, por ejemplo, el oro consigue reducir la toxicidad del tratamiento protegiendo otros órganos. De hecho, varias empresas están trabajando ya en esta tecnología que podría generar grandes resultados en el futuro.