La OPEP y sus aliados (OPEP+) acuerdan en Viena retirar del mercado 500.000 barriles diarios de crudo en el próximo trimestre, adicionales al recorte de 1,2 millones de barriles al día que entró en vigor el 1 de enero pasado. Así que eleva el total a 1,7 millones de barriles día, o el 1,7% de la demanda mundial.
El ministro de petróleo de Venezuela, Manuel Quevedo, señala que era necesario hacer este recorte para mantener los precios. "Para equilibrar el mercado era necesario un recorte de 500.000 barriles al día", añade el ministro de Energía de Rusia, Alexandr Novak.
Los ministros del sector del grupo de 24 países volverán a estudiar la situación y eventualmente reajustar el nivel de su oferta petrolera el 5 de marzo de 2020, en una reunión extraordinaria en Viena.
Arabia Saudí quiere más
De ese medio millón menos de barriles, Arabia Saudita recortará 167.000 adicionales a los 400.000 ya retirados. Rusia contribuirá al nuevo recorte con una rebaja de su bombeo en 70.000 barriles al día.
Varios analistas coinciden en que Arabia Saudita necesita precios de al menos 80 dólares por barril para equilibrar su presupuesto, muy superiores a los de la mayoría de los demás productores, y también necesita apoyar la flotación de acciones de su compañía petrolera nacional Saudi Aramco, de la que se espera que comiencen a cotizar el día 11 de este mes de diciembre.
Brasil, como observador
Brasil participa como observador en la reunión de la OPEP y sus socios petroleros, semanas después de que el presidente Jair Bolsonaro explicara que había recibido una invitación para unirse al cártel.
Estuvo presente un representante de Brasil, André João Rypl, delegado diplomático ante las instituciones internacionales con sede en Viena.
En octubre, el presidente Bolsonaro dijo que le gustaría "personalmente que Brasil se convirtiera en miembro de la OPEP" durante un foro en Arabia Saudita, el líder de facto del cártel.