Ni un solo banco de los analizados cumple con las expectativas del BCE sobre la gestión de riesgos climáticos y de medio ambiente. Las entidades han establecido planes, pero el progreso es demasiado lento. Los supervisores informan a los bancos de las principales carencias y avisa de que volverá a revisar las prácticas en 2022 para ver si cumplen con los requisitos exigidos.

El análisis de las 112 entidades que cubre el BCE señala que la mitad de estos bancos espera que los riesgos por el clima y medioambientales tenga un impacto en su perfil de riesgo en los próximos tres a cinco años.

A pesar de que los bancos dan sus pasos iniciales para incorporar los riesgos relacionados con el clima, ninguno está cerca de cumplir todas las expectativas. Añade que las entidades “han realizado esfuerzos para cumplir las expectativas respecto a los órganos de gestión, gestión de apetito por el riesgo y de riesgo operacional”.

Casi todos los bancos han desarrollado planes para mejorar sus prácticas, pero solo una tercera parte de los bancos tienes planes adecuados y la mitad no terminará de completarlos a finales del próximo año. Dos tercios de las entidades progresan al integrar los riesgos climáticos en su gestión de riesgo de devolución de crédito.

Exigencias

Las entidades tienen que abordar sus carencias y algunos bancos recibirán un requerimiento cualitativo como parte del proceso de evaluación y de revisión supervisora. Los requerimientos de Pilar 2 son exigencias de capital específicas para cada entidad y complementan los mínimos regulatorios, además de cubrir los riesgos infravalorados. Son obligatorios y su no cumplimiento podría tener consecuencias jurídicas para las entidades de crédito.

El Banco Central Europeo publicará en el primer trimestre del próximo año un informe sobre cómo los bancos dan información sobre sus riesgos por el clima y medioambientales.