El hurto se ha convertido en una moda en Estados Unidos. Una tendencia que costará este año 500 millones de dólares a los comerciantes minoristas. Desde 2021, la preocupación por los robos en tiendas va en aumento debido a los trastornos económicos y sociales derivados de la pandemia. Con la coyuntura económica actual, el problema se ha acrecentado y ya asusta a empleados y clientes.
De acuerdo con la Encuesta Anual de Robo en Tiendas de Jack L. Hayes International, las detenciones aumentaron casi un 46% y el ochenta y uno por ciento de los participantes de la encuesta informaron de un aumento en la pérdida en 2022 a pesar de recuperar 288 millones de dólares tras el arresto de los ladrones.
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Los minoristas viven preocupados por los hurtos en tiendas que llevan dos años incrementándose debido a los trastornos derivados de la pandemia
La respuesta, aumentar la seguridad
La respuesta de los minoristas ante la ola de hurtos que pone en jaque la rentabilidad de sus negocios pasa por invertir en aumentar la seguridad de las mercancías y de los empleados. Y es que según los datos que arroja Insuranks, el 56% de los trabajadores minoristas se sentían inseguros.
Otros, como Starbucks, han respondido cerrando puntos de venta. Tras la salida de Nordstrom de un centro comercial de San Francisco, su propietario denunció la falta de aplicación de la ley contra la actividad delictiva desenfrenada en la ciudad californiana.