El Gobierno mexicano ha anunciado que inyectará 4.200 millones de dólares a la petrolera estatal Pemex. Su objetivo, con ello, es dar liquidez a la firma y sostener el pago de pensiones y jubilaciones durante 2016. La petrolera lleva tiempo golpeada por la bajada de los precios internacionales del crudo y de la producción.
Las aportaciones se harán en dos partes: 1.517 millones de dólares se entregarán el próximo viernes para que la empresa reduzca sus deudas. El resto, 2.691 millones de dólares, se entregará para cubrir el pasivo laboral de la compañía.
“Estos apoyos servirán para que Pemex reduzca su pasivo circulante y su deuda con proveedores y contratistas” ha detallado la Secretaría de Hacienda en un comunicado.
Los últimos resultados anuales de la petrolera, publicados en febrero, mostraron una empresa al borde del colapso. Pemex tuvo pérdidas de más de 30.000 millones de dólares en 2015, las peores de su historia.
Además de las ayudas, la Hacienda mexicana ha anunciado que cambiará el régimen fiscal de Pemex para permitir que la empresa pueda hacer mayores deducciones de sus costos en proyectos de exploración y extracción de hidrocarburos.
El director corporativo de Finanzas de la petrolera, Juan Pablo Newman ha indicado a Reuters que la reforma entra ya en vigor y que esta modificación implica que el pago de derechos de Pemex se reduzca durante 2016 en 50.000 millones de pesos, cerca de los 2.850 millones de dólares.
El subsecretario de Hacienda, Miguel Messmarcher, ha asegurado que para que Pemex siga recibiendo apoyo de la Hacienda mexicana es necesario que la empresa demuestre una mejora financiera y que sus deudas disminuyan. En cuanto a las ayudas sobre las pensiones y las jubilaciones, la empresa debía renegociar el contrato de los trabajadores, una condición con la que cumplió desde 2015.