Una relación especial. Así llevan llamando los ingleses y los americanos a la relación entre ambos países desde que en 1946 el primer ministro Winston Churchill la calificara así tras el éxito de la alianza en la Segunda Guerra Mundial. Y así ha seguido siendo durante décadas hasta llegar a la boca de Theresa May en 2018 y de Donald Trump en 2017. ¿Cómo ha sido la relación comercial entre ambos países a lo largo de las décadas? ¿Tan buena sintonía tienen los dos países anglosajones?
Reino Unido y Estados Unidos comparten más que la segunda palabra de sus nombres y que el idioma inglés. Comparten una buena relación comercial. Estados Unidos es el mayor socio comercial de Gran Bretaña y este es el séptimo para los americanos. Los dos países presumen de superávit en las balanzas comerciales entre ambos y, según Bob Parker, miembro del comité de inversión en Quilvest Wealth Management, no hay nada “malo” en la relación comercial entre los dos anglosajones.
Ambas naciones comparten la mayor asociación bilateral de inversión extranjera directa de todo el mundo. Según la cámara de comercio americana, el país británico es el que más invierte en Estados Unidos: las empresas inglesas han invertido más de 540.000 millones de dólares dentro de las fronteras de Donald Trump y eso supone más de un 15% de las inversiones extranjeras directas totales en Estados Unidos.
Y es recíproco. Los americanos también son los que más dinero meten en Reino Unido: las compañías estadounidenses han invertido casi 750.000 millones de dólares en el mercado británico, prácticamente una cuarta parte de todo lo que invierten en Europa.
También sorprenden los números en materia laboral: más de 1,25 millones de americanos trabajan para compañías británicas en suelo estadounidense y más de un millón y medio de ingleses están contratados directamente a través de afiliados americanos.
Pero la relación también ha sido muy especial fuera del terreno económico. En lo militar Reino Unido y Estados Unidos han luchado mano a mano en hasta ocho conflictos (incluidas las guerras mundiales y los conflictos en Kuwait, Irak o Afganistán), y en materia de inteligencia ambos entran dentro del tratado de los ‘Cinco Ojos’, que unen los potentes equipos de espionaje americanos y el capital humano de las investigaciones británicas.
La gran incógnita ahora es si esa relación sigue siendo tan especial como dicen. En los últimos tiempos el gobierno británico ha dicho abiertamente que la política comercial de Trump es “injustificable” y este mismo lunes el presidente americano ha criticado en Twitter al alcalde de Londres, Sadiq Khan, por ser un “perdedor sin sentimientos”. Quizá sea la excentricidad del presidente americano la que haga peligrar esa relación tan antigua y tan “especial”.