A los más beneficiados de la industria del crudo les toca pasarlo mal.
Los precios de las mansiones de River Oaks, uno de los más barrios más adinerados de Houston, en Texas, se desploman al ritmo de los precios del crudo. La Ópera de Houston ofrece pases de temporada gratis a los antiguos patronos de la industria que han perdido sus trabajos. Y algunos de los restaurantes más elegantes hacen jugosas ofertas.
Según la agencia Reuters, casi dos años después del peor 'crash' de los precios del petróleo de las últimas décadas, el barrio de River Oaks, plagado de palacetes y lustrosos jardines, es el mejor reflejo de lo que está pasando en el sector petrolífero. Allí, el precio medio de las casas ha caído hasta 1,3 millones de dólares, desde los 2 millones que marcaban a mediados de 2004. Se trata de la zona residencial más exclusiva de todo Texas.
En Houston en general, según los datos recopilados por Reuters, la venta de viviendas unifamiliares ha caído un 2% en enero, y los precios de las valoradas en más de 500.000 dólares han caído un 9%. La economía de Houston, sin embargo, es más diversificada que en 1.980, cuando se registró otra fuerte caída en los precios del crudo. Aún así, en la ciudad hay 5.000 empresas relacionadas con la industria energética. También caen las ventas de coches de lujo en la ciudad, más que en otras zonas del estado, notándose sobre todo en marcas como BMW o Mercedes Benz.
Los ricos castigados por el deterioro de la industria petrolífera también tienen dificultades para acudir a los mismos elegantes restaurantes de antaño. Por ello, algunos de ellos recortan sus precios o presentan atractivos y baratos ‘packs’. En el exlcusivo River Oaks, el Ouisie’s Table ofrece el “Oil Barrel Bargain” (la Ganga del Barril de Petróleo), que cobre por una cena para tres el precio de un barril de petróleo, en torno a los 30 dólares.