La nueva normativa contable internacional obligará a los bancos europeos a aumentar las dotaciones a provisiones de los créditos en una media del 13 %, según las estimaciones de la Autoridad Bancaria Europea, lo que en el caso español equivaldría a unos 2.600 millones de euros. Es decir, que los bancos deberán provisionar los créditos de alto riesgo durante toda la vida del activo, como ocurre con los préstamos dudosos, en lugar de estimar la pérdida esperada durante doce meses.
Este cálculo se basa en las dotaciones realizadas en 2016 por las entidades españolas, que ascendieron a unos 20.000 millones de euros. Esta es una de las novedades de la nueva circular contable de las entidades de crédito aprobada por el Banco de España, que entrará en vigor el 1 de enero de 2018.
La norma establece que las provisiones que tendrán que dotar los bancos por los créditos concedidos se calcularán en base a las pérdidas esperadas y no a las ya incurridas como hasta ahora, para lo que se utilizará información prospectiva, que se construirá con previsiones macroeconómicas, sobre la evolución de los tipos de interés o del precio de la vivienda.
La nueva norma contempla tres estados de riesgo de los créditos: 'stage 1' --los calificados como activos 'normales' desde octubre de 2016, 'stage 2' --'normales en vigilancia especial'-- y 'stage 3' --'dudosos'--.