El Índice de Precios al Consumo de China sube un 1,4% en julio, una décima menos que en junio. Durante julio los precios de los alimentos en China cayeron un 1,1%, caída que se neutralizó con la subida del 2% de los precios no alimentarios. La evolución del encarecimiento del coste de la vida en China se utiliza como termómetro para saber si la segunda economía del mundo se ralentiza o no.
En la partida de alimentación llama la atención la fuerte bajada de productos como la carne de cerdo, en un 15,5%, o los vegetales, que se deprecian un 9,1%. En la categoría no alimentaria destaca la subida del 5,5% en los gastos médicos y de salud. Los gastos de vivienda, educación, cultura y entretenimiento experimentaron una subida del 2,5% y los de ropa aumentaron un 1,4%.
Algunos economistas apuntan a que la moderación en el crecimiento de los precios en China obedece a la actual política monetaria restrictiva del país para reducir la deuda, lo que a su vez provoca una ralentización en la actividad económica. El Gobierno chino se ha fijado para este año, como en ejercicios anteriores, que la inflación no supere el 3 por ciento.