Ya es oficial. China ha entrado en deflación tras registrar su Índice de Precios al Consumidor (IPC) un retroceso del 0,3% en el mes de julio.
Por primera vez desde el año 2020 el Índice de Precios al Consumidor y al productor caen de manera conjunta en China. En el caso de los últimos, la caída supone la décima consecutiva hasta experimentar una contracción del 4,4%.
"China está en una encrucijada. Han estado muy tímidos a la hora de poner nuevas medidas de estímulos en los últimos meses y van a tener que reaccionar en su próximo Congreso Nacional", explica Ángel Olea de Abante Asesores en Capital Radio.
Ángel Olea, director de inversiones de Abante Asesores, comenta la subasta de letras y los resultados empresariales.
Las causas de la deflación en China
La caída en la demanda por parte de los consumidores en China ha empujado a muchos fabricantes a reducir sus precios. Por otro lado, la caída en las exportaciones de la potencia mundial al resto de países también ha pasado factura a la demanda.
En concreto, en el mes de julio este indicador ha sufrido un descenso del 14,5%. China ha culpado a las políticas proteccionistas de la UE y Estados Unidos de la caída de su negocio exterior.
Alberto Lebrón, investigador del Instituto de Economía Política de la Universidad de Pekín, advierte sobre que China "solo tiene una salida para solucionar una crisis económica incipiente y es la de estimular el consumo doméstico ya que el consumo exterior no será suficiente".
¿Se contagiará la deflación al resto del mundo?
Probablemente, en el contexto actual, esta sería una buena noticia para muchos bancos centrales en su intento de poner fin a una guerra por sostener los precios en sus países.
En líneas generales, la deflación en China ayudará a reducir los precios globales, pero pondrá más peso al país asiático para impulsar la economía tras años de encierro a causa de la pandemia del Coronavirus.