Detrás de este crecimiento está la mayor aportación de la demanda nacional, que ha compensado la contribución más negativa de la demanda externa. Esta tasa anual de crecimiento del PIB es la más elevada desde el cuarto trimestre de 2007. Así, la demanda nacional contribuye en 3,9 puntos al crecimiento anual del PIB en el tercer trimestre. Supone seis décimas más que en el periodo anterior. Por su parte, la demanda exterior disminuye su aportación al PIB trimestral en cuatro décimas, a -0,5 puntos.
El gasto en consumo final de los hogares experimenta un crecimiento anual del 3,5%. El de las Administraciones Públicas presenta una variación anual del 3%. Por su parte la formación bruta de capital fijo crece un 6,5%.
Por otro lado, las exportaciones de bienes y servicios ralentizan en seis décimas su crecimiento, hasta el 5,6%. Mientras que las importaciones aceleran su crecimiento, hasta el 7,7%.
En cuanto al empleo, a tiempo completo registra una variación trimestral del 0,7%, dos décimas menos que en el segundo trimestre. Aunque en términos interanuales el empleo aumenta una décima y crece a un ritmo del 3,1%. En concreto, supone un incremento de 512.000 puestos de trabajo a tiempo completo en un año. “Este comportamiento, junto con la variación experimentada por la jornada media asociada, dan como resultado una aceleración de siete décimas en la tasa anual de las horas efectivamente trabajadas (del 2,6% al 3,3%)” explica el Instituto Nacional de Estadística. Mientras, la variación anual del coste laboral unitario se sitúa este trimestre en el 0,1%.
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