Cada vez menos hijos, más caros y a una edad mayor. Esa es la conclusión que deja la situación de la natalidad en nuestro país. En 2023 el número de hijos por mujer ha caído al mínimo histórico de 1,12. Dato inferior al mínimo anterior, de 1,13, en 1998.
Realmente es complicado esclarecer cuáles son las causas. Hay muchos factores relacionados. Según la última encuesta del CIS, casi el 59% de quienes no tienen hijos hubiese querido tenerlos. Algo relevante si tenemos en cuenta el dato de fecundidad.
Las dificultades económicas son la principal causa de que España haya alcanzado el mínimo histórico de fecundidad
¿Por qué se tienen menos hijos?
La economía es la principal causa que arroja este estudio. Un 77,3% asegura que la gente tiene pocos hijos “por falta de medios”, con especial foco sobre los salarios.
La vida laboral, los problemas de conciliación o las necesidades de no entorpecer la carrera profesional son otros motivos.
Habitualmente, el nivel de fecundidad se ha relacionado con los recursos públicos que reciben los ciudadanos en forma de prestaciones familiares y de infancia, algo que explicaba por qué los países nórdicos mantenían una tasa de natalidad notable entre las economías más desarrolladas. Sin embargo, la tendencia comienza a cambiar. Que el Estado dé ayudas empieza a no ser una razón de peso para tener hijos.
Lo cierto es que criar a un hijo es caro, muy caro para un bolsillo medio. Y cada vez lo es más. Este año el promedio mensual es de 758 euros por hijo, un 13% más que hace dos años y casi un 20% más que en 2018, según un estudio de Save the Children.
Los gastos relacionados con los suministros de la vivienda y la alimentación son los que más han aumentado, pero lo que realmente se ha notado ha sido la subida de los precios. La inflación específica de la crianza ha superado entre un 37% y un 51% a la inflación general.
Al esfuerzo que las familias hacen por pagar la vivienda o llenar el carro de la compra, hay que agregar lo que se destina a los hijos o hijas. Para quienes tienen menores a su cargo, la probabilidad de estar bajo el umbral de la pobreza aumenta un 70%. De hecho, más de 4 de cada 10 de los menores españoles viven en hogares con serias dificultades para afrontar gastos imprevistos. En definitiva, en España hay 530.000 hogares monoparentales en riesgo de pobreza.