Iberdrola obtuvo un beneficio neto récord de 3.014,1 millones de euros en 2018, con un incremento del 7,5% con respecto al ejercicio anterior, según ha informado la compañía este miércoles a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
El resultado bruto de explotación (Ebitda) de la energética se situó a cierre de 2018 en los 9.349 millones de euros, con un crecimiento del 27,7% frente al año anterior, gracias al bueno comportamiento de todos los negocios, cuyos resultados crecen a doble dígito. El 78% de este importe procedió de áreas reguladas o con contratos a largo plazo, en línea con el enfoque estratégico del grupo.
De esta manera, la compañía presidida por Ignacio Sánchez Galán pulverizó sus objetivos para 2018 de un Ebitda superior a los 9.000 millones de euros y un beneficio neto de 3.000 millones de euros.
El grupo señaló que este resultado se vio impulsado por las inversiones de cerca de 200.000 millones de euros realizadas en los últimos cuatro años, de las cuales 5.320 millones de euros correspondieron al ejercicio pasado, la expansión internacional, la normalización de las condiciones operativas en España y la buena marcha de todos los negocios.
Por su parte, la energética aumentó su flujo de caja un 13,1% hasta los 7.328 millones de euros, mejorando el ratio entre caja operativa y deuda neta hasta el 21,5%. Mientras, las compras del grupo, excluyendo los aprovisionamientos energéticos, alcanzaron los 8.000 millones de euros a miles de suministradores en 2018, siendo un 85% empresas locales. En lo que respecta a la plantilla, tras incorporar a más de 1.600 profesionales en el ejercicio, supera los 34.000 trabajadores -el 99% con contratos indefinidos- y genera un total de 425.000 puestos de trabajo.