La guerra comercial con China y México estaría ya causando los primeros síntomas de recesión en EEUU, según ha alertado hoy el economista jefe del banco de inversión Morgan Stanley, Chetan Ahya.
Según ha explicado, si el país no cambia su guerra comercial "podríamos acabar en una recesión dentro de tres trimestres". Unas declaraciones que llegan en un momento en el que Estados Unidos está a punto de alcanzar su periodo más largo en expansión.
Pues es el momento que Donald Trump ha elegido para declarar la guerra comercial a China, y más recientemente a México e India. El pasado mes de mayo el presidente Trump decidía aumentar los aranceles sobre determinadas importaciones de China del 10% al 25%. Algo que se trasladó directamente a las bolsas, que respondieron con caídas generalizadas tras el anuncio.
Además hoy el mandatario ha confirmado que es probable que se impongan los aranceles a México el próximo lunes y después de eso ya se iniciaría la negociación. Trump quiere con ello forzar a México a imponer mayor control sobre la inmigración ilegal. Lo ha confirmado hoy en Londres, donde también ha dicho que mañana miércoles habrá una reunión de los equipos negociadores de ambos países, pero que quieren "acciones, no palabras".
El economista jefe de Morgan Stanley ha sido uno de los primeros en advertir de las terribles consecuencias si no se pone fin a esta escalada, pero no el único.
En la misma línea, aunque con una opinión algo menos pesimista, se ha posicionado Goldman Sachs. El banco acaba de rebajar sus previsiones de crecimiento e inflación para EEUU tras los últimos acontecimientos. Ahora espera que la economía estadounidense crezca un 1,1% en el segundo trimestre, frente al 1,3% que auguraba hasta ahora.
El primero flanco en caer sería la renta variable. Wall Street ya está en mitad de una de sus peores rachas en los últimos ocho años, precisamente ante el riesgo de esta escalada de tensión en la guerra comercial, que afecta a varias compañías. De hecho, la bolsa americana ha tenido el segundo peor mes de mayo de su Historia, y la curva de tipos de EEUU están invertidos, lo que a menudo es el preludio de una recesión. Al mismo tiempo, los inversores están acudiendo a sus refugios habituales, como el oro, en máximos de dos meses, o los bonos del Tesoro estadounidense.
En ese sentido, JP Morgan acaba de reducir sus previsiones de rentabilidades de los treasuries, anticipando que las presiones de la guerra comercial perjudicarán el crecimiento económico estadounidense y obligarán a la Reserva Federal a recortar tipos. Según JP Morgan, los rendimientos del bono a diez años estadounidense estarían en un 1,75% al final del año, comparado con el 2,45% anterior y el 2,13% actual. También espera que la Reserva Federal rebaje tipos en un cuarto de punto en septiembre y en diciembre. En cuanto al crecimiento, para el segundo trimestre, espera que sea del 1% y que se acelere a un 1,5% en el tercero.