Tres años de ayuda financiera a cambio de medidas inmediatas para mejorar la recaudación fiscal y reformar el sistema de pensiones. Grecia pide a sus socios del euro la ayuda del ESM, el fondo de rescate europeo en sus siglas en inglés, para “hacer frente a sus obligaciones de deuda y asegurar la estabilidad del sistema financiero”.
Sería el tercer rescate europeo de Grecia en cinco años. Aunque la carta enviada al presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijssebloem, no especifica una cantidad, el FMI cifra en 51.900 millones de euros la financiación externa que necesita Grecia hasta 2018.
En el documento obtenido por este corresponsal, el nuevo ministro de finanzas griego califica como “programa” la ayuda que recibiría el país y confía en que los socios del euro aprecíen la urgencia de la petición “dada la fragilidad de nuestro sistema bancario, la escasez de la liquidez disponible y las próximas obligaciones”.
“El gobierno griego detallará como muy tarde el 9 de julio, este jueves, una agenda completa y específica de reformas que las tres instituciones deben presentar al Eurogrupo”. Son la Comisión, el BCE y el FMI. Atenas promete que empezaría a aplicar las primeras medidas la próxima semana.
En su petición, Grecia insiste en estudiar medidas potenciales para que su deuda sea viable y sostenible a largo plazo. Una oportunidad que sería “bienvenida”. Este sábado el Eurogrupo volverá a Bruselas pero antes, entre hoy y mañana jueves, los ministros de finanzas de la moneda única podría autorizar, por teleconferencia, al ESM para que empiece los trabajos de este tercer rescate.
Por Alexandre Mato