Se acerca el verano y también la época de graduaciones universitarias. Un momento de euforia y mucha ilusión para los más jóvenes que empiezan a dar sus primeros pasos en el mundo profesional. Sin embargo, los que se gradúan este año la tienen más difícil que nunca: después de culminar sus estudios confinados en sus casas, lejos de sus profesores y amigos, se encuentran con un mercado laboral muy afectado por la crisis del coronavirus.
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Después de cuatro años de carrera universitaria, este junio se gradúa la generación 2020, una promoción que quedará para la historia. No solo no van a tener una ceremonia de graduación, sino que tendrán que presentar sus trabajos finales por videoconferencia. Tampoco podrán hacer grandes celebraciones ni ir a una discoteca. Como mucho, podrán juntarse de a 10 o 15 personas en una terraza o en una casa.
"Los estudiantes a nivel emocional estamos de acuerdo en que no vamos a cerrar una etapa como nos gustaría. No es lo mismo estar en una videoconferencia en tu casa que con tus amigos y profesores", señala María, estudiante de Filología Árabe en la Complutense de Madrid
Pero no tener una gran celebración es lo de menos, ya que la generación 2020 hereda un mercado laboral tremendamente golpeado por la crisis del coronavirus. El sentimiento de ilusión que suele rodear a los recién graduados se convierte en incertidumbre.
Los jóvenes, los más golpeados por el paro laboral
En España, donde la tasa de paro ya alcanzaba el 14% antes de la crisis, se espera que llegue al 20% de la población activa. Sin embargo, en la población más joven, el escenario es aun más desolador.
Desde Adecco señalan que la tasa de paro entre los menores de 20 a 25 años se situará en un 35% para finales de este año. Y si hablamos de oportunidades laborales, son nulas. El número de contratación entre los más jóvenes ha caído un 68% en el primer trimestre respecto al año anterior y todavía no conocemos las cifras de abril a junio, que seguro van a ser peores.
"Cuando parecía que veíamos la luz al final del túnel después de la crisis de 2008, ahora, los de la llamada generación perdida encadenamos una segunda. Nos estábamos levantando y parece que volvemos a caer", dice Gema, estudiante de periodismo en la Universidad Rey Juan Carlos
También tenemos el caso de Jessica, estudiande de diseño de interiores en la IADE, que estaba en varios procesos de selección para trabajar en estudios de diseño y todos han quedado suspendidos. "Mis perspectivas antes eran muy altas de encontrar algo rápido y ahora me genera miedo porque el mercado laboral no se está moviendo", señala.
Casi el 100% de las prácticas laborales suspendidas
Una de las formas que tienen los recién graduados de acceder al mercado laboral es a través de las prácticas, pero ¿qué pasará con los becarios en esta crisis? Pues como era de esperarse, casi el 100% de las prácticas de verano se han suspendido, según indica Javier Blasco, presidente de Adecco.
Algunos se encontraban realizando prácticas durante el mes de marzo y las han tenido que interrumpir. Los más afortunados pudieron seguir con las mismas mediante el teletrabajo. Pero no son solo el trabajo y las prácticas se ven afectadas, sino también la posibilidad de continuar sus estudios. Gema, por ejemplo, está intentando apuntarse a un máster que comienza en septiembre pero aún no están abiertas las inscripciones porque no se sabe si finalmente se va a abrir.
Sin dudas, un panorama muy desolador para la generación 2020, que tendrá que graduarse por videoconferencia, sin fiestas ni salida laboral.