Los presupuestos generales del estado para 2017 contemplan el mayor gasto social desde el inicio de la crisis, casi 140.000 millones de euros, y destinará casi 6.000 millones a la creación de empleo. Crece también la partida destinada a educación y a becas. Esta es la parte positiva, y con ella, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, busca apoyos entre el resto de grupos parlamentarios para sacar adelante los presupuestos.
En la parte del gasto menos social destaca el gasto en defensa, con el que este año habrá que sufragar las nuevas partidas de la OTAN, o los casi 4.000 millones destinados a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia. 4.000 millones que, en realidad, están destinados a pagar a las eléctricas el llamado extracoste de generación.
En la parte de ingresos, el gobierno espera que la recaudación crezca casi un 8%, hasta los 200.963 millones de euros.
El aumento en la recaudación lo explica el ministerio de Hacienda gracias al crecimiento del PIB y la caída del desempleo, que invita al consumo y, según el gobierno, crecerá la recaudación por IVA. También espera un aumento en el IRPF y en el impuesto de sociedades. Y esa caída en el desempleo la traduce Hacienda en una bajada del 6,6% en las prestaciones por desempleo.
En cuanto al cumplimiento del déficit, el gobierno espera cumplir este año con el objetivo del 3,1% pactado con Bruselas, y para ello, pese al aumento de la recaudación, ha congelado el gasto en todas las comunidades autónomas excepto en Canarias, donde el aumento en la partida destinada a las islas es una condición indispensable para lograr el apoyo de los partidos insulares de cara a aprobar los presupuestos.