La Comisión Europea ha ratificado  que el nuevo Gobierno de España tendrá que seguir con las reformas. Según las previsiones macroeconómicas de invierno de la UE presentadas por el comisario de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici, el déficit de 2016 se disparará hasta el 3,6% frente al 2,8% pactado (mantiene la previsión realizada en noviembre), lo que equivale a un ajuste de en torno a 8.500 millones. Además, ese 3,6% convierte a España en el peor país de la UE solo por detrás de Croacia (3,9%). Grecia y Francia, los otros señalados, tendrán un 3,4%.

En Cambio, la Comisión Europea ha revisado hoy al alza, por cuarta vez en un año, las previsiones de crecimiento para España, hasta el 2,8% en 2016 y el 2,5% en 2017. Estos guarismos consolidan su rol de locomotora de la Eurozona al crecer casi el doble que la media y muy por encima de potencias como Francia e Italia. Así que, la economía española, según Bruselas, seguirá creciendo muy por encima de la media de la zona euro (1,7%) y del resto de los grandes países, que ven rebajadas sus expectativas.

El crecimiento en España se basará, según la Comisión, en la demanda interna, la inversión en bienes de equipo y la fortaleza de las exportaciones. Esas tendencias permitirán una creación de empleo a ritmo elevado (2,6% en 2016 y 2% en 2017, frente al 1% de media en la zona euro en ambos ejercicios). La tasa de desempleo, sin embargo, se mantendrá en el 20,4% este año (casi seis puntos por debajo del pico de 2013) y en el 18,9% en 2017. Bruselas destaca que esa caída, aunque lenta, reducirá el gasto en cobertura del paro y aliviará la presión sobre el déficit público.

El otro gran parámetro que evidencia las vulnerabilidades de España es el paro. Respecto al desempleo, siguen bajando las cifras, pero los porcentajes siguen siendo "inaceptables", como siempre insiste la Comisión. Así, en 2016 será del 20,4% y en 2017, de 18,9%, una décima mejor que en noviembre. Cifras que duplican la media europea y nos sitúan como el peor alumno de la clase.