El heredero al trono de Arabia Saudí, Mohammed bin Salman, se consolida en el poder con una enorme purga de la élite política y empresarial del país. Entre los capturados, cuatro ministros, docenas de exministros y 11 príncipes. Es el resultado, por el momento, de la purga realizada durante este fin de semana por el nuevo comité anticorrupción, liderado por bin Salman.


Entre los detenidos destaca Alwaleed bin Talal, considerado uno de los hombres más ricos del mundo y con inversiones en empresas de la talla de Apple y Twitter. Se le acusa de lavado de dinero, aunque algunos analistas creen que detrás de su detención y del resto está el intento del príncipe heredero de consolidar su poder.


La revista Forbes cifra la fortuna de bin Talal en unos 17.000 millones de dólares. Tras conocerse la noticia de su arresto, los títulos de su firma de inversiones, Kingdom Holding, valorada en 9.000 millones de dólares, han llegado a caer un 12% en la bolsa saudí. Citigroup, donde participa desde 1991, Twitter y Apple también podrían sufrir las consecuencias. Aunque se desconoce el porcentaje que tiene de estas compañías, algunos medios lo cifran en torno al 5%. InsiderScore.com, donde posee un 4,9%, o Twenty-First Century Fox, son otras de las compañías donde Kingdom Holding tiene participaciones relevantes.


Alwaleed también ha invertido en compañías de comercio electrónico y tecnología, como JD.com, durante los últimos años a medida que aumentaba la demanda en este sector. El sector hotelero, especialmente en Nueva York y Londres, también está entre sus inversiones destacadas, con participaciones mayoritarias en el hotel Plaza en Manhattan y en el Savoy de la capital británica, además de Accor, el mayor operador hotelero de Europa.


A todas estas participaciones internacionales se suman las inversiones en empresas saudíes, sobre todo en sector inmobiliario, comercio minorista y petroquímica. Por ejemplo, Kingdom Holding es el mayor accionista del quinto banco más grande del país.