La economía de Estados Unidos se dispara. Según la primera estimación del PIB del primer trimestre de 2019 publicado este viernes, la primera economía del mundo ha crecido un 3,2%, más de un punto por encima de las estimaciones del consenso de analistas, que se situaban en el 2,1%. De hecho, es la primera vez desde 2013 que el PIB del primer trimestre supera el 3% de crecimiento.
El impulso en el crecimiento estadounidense se cimenta en el comercio y en la mayor acumulación de bienes almacenados desde el año 2015, factores que podrían revertirse en los próximos trimestres. Otro de los motivos está en el incremento de la inversión estatal, que ha compensado la caída en el gasto de los hogares y las empresas.
Pero, como en todo, este dato tiene luces y sombras. El ingreso personal disponible creció un 3% mientras que los precios subieron un 1,3%, excepto en el caso de los productos de alimentación y energía. La demanda doméstica solo aumentó un 1,3%, el ritmo más lento desde el segundo trimestre de 2013 después de subir un 2,6% el cuarto trimestre de 2018.
Con esto, Estados Unidos se habría recuperado del terrible cuarto trimestre de 2018, cuando el PIB americano creció a un ritmo del 2,2%, lo que supuso una fuerte caída en la primera economía del mundo si tenemos en cuesta que solo dos trimestres antes, estaba creciendo en un 4,2%.
El consenso de los analistas había fijado esta primera estimación en torno al 2% de crecimiento gracias a un incremento en las exportaciones, a un fuerte almacenamiento del stock, a la inversión estatal en proyectos de construcción públicos y al gasto de las empresas, según una encuesta de Reuters.
Y eso que no han sido pocos los problemas a los que se han enfrentado la economía americana en estos primeros tres meses de 2019: el cierre del gobierno americano más largo de la historia, una guerra comercial que sigue ahí, una desaceleración que ya asola a una gran parte del globo y un trimestre que suele ser bastante débil.