El Fondo Monetario Internacional apunta al "momento delicado" que atraviesa la economía mundial, que "sigue perdiendo impulso durante los últimos meses", aunque la institución descarta que vaya a producirse una recesión en el corto plazo.
En enero, el FMI revisó a la baja sus previsiones de crecimiento mundial para 2019 y 2020, hasta el 3,5% y el 3,6% respectivamente, aunque la directora gerente del FMI, Christine Lagarde, advierte que el ritmo de expansión económica sigue perdiendo impulso en los últimos meses y esto se reflejará en las nuevas previsiones de la institución.
A pesar del deterioro de las perspectivas económicas como consecuencia en gran medida del aumento de las tensiones comerciales y el endurecimiento de las condiciones financieras, el FMI descarta una recesión en el corto plazo y apuesta por un cierto repunte del crecimiento en el segundo semestre de 2019, así como en 2020.
Además consideró que se espera que "la actividad global se beneficie de un ritmo de normalización monetaria más paciente en los principales bancos centrales, liderada por la Reserva Federal estadounidense (Fed) y por un mayor estímulo en China", pero matizó que este repunte será "precario".
Aunque la desaceleración ha venido para quedarse y advierte de que ya se ha contagiado a la gran mayoría del globo. "Hace sólo dos años, el 75 % de la economía mundial experimentó un repunte. Este año, prevemos que el 70 % de la economía mundial experimente una desaceleración", remarcó Lagarde.