Un año y 5 meses llevan los familiares de 239 personas sin saber nada de ellos, desde que el 8 de marzo de 2014, el vuelo MH370 desapareciese en mitad de su ruta Kuala Lumpur-Pekín. El viaje duró sólo 40 minutos. A partir de ahí, la comunicación se cortó y no se supo más sobre el avión.
Hasta que ayer miércoles la fiscalía francesa en Toulouse confirmó que el alerón encontrado en Isla Reunión, cerca de Madagascar, pertenecía al Boeing 777 de Malaysia Airlines. El primer ministro de Malasia, Najib Razak, ha declarado que ahora tienen pruebas físicas de que, como anunció el 24 de marzo de 2014, el vuelo MH370 terminó trágicamente en el Océano Índico.
La compañía aérea ha declarado que es el mayor avance que se produce en el caso desde el suceso, a pesar de haber rastreado 50.000 kilómetros cuadrados de los 120.000 que conforman el Océano Índico. Warren Truss, el viceprimer ministro australiano, advierte de que, según la agencia australiana de ciencia (CSIRO), estos restos encontrados podrían haber llegado hasta Isla Reunión por la corrientes oceánicas.
Razak ha asegurado a los afectados que el Gobierno de Malasia está comprometido para hacer todo lo que sea posible para averiguar la verdad de lo ocurrido.