Estados Unidos ha lanzado un ataque con misiles contra una base aérea en Siria, ordenado por el presidente Donald Trump, quien ha realizado una llamamiento a los "países civilizados" a unir esfuerzos para acabar el conflicto en ese país. Este ataque constituye la respuesta estadounidense a un presunto ataque químico que dejó al menos 86 muertos esta semana en el noroeste de Siria y provocó la indignación de la comunidad internacional.


Una fuente del Pentágono informa de que 59 misiles Tomahawk habían sido lanzados desde buques estadounidenses, en especial contra la base aérea siria de Shayrat, desde donde analistas estadounidenses están convencidos que partió el ataque con un gas neurotóxico. El presidente de EEUU, Donald Trump, confirma el ataque contra Siria y pide a las naciones “civilizadas” acabar con las matanzas en ese país: "Numerosos intentos anteriores de cambiar el comportamiento de Assad han fallado de manera muy dramática. Como resultado, la crisis de refugiados sigue profundizándose y la región continúa desestabilizándose, amenazando a Estados Unidos y sus aliados. Esta noche pido a todas las naciones civilizadas que se unan a nosotros en la búsqueda de poner fin a la matanza y derramamiento de sangre en Siria y también para acabar con el terrorismo".

El Pentágono ha confirmado que Rusia había sido advertida del lanzamiento del ataque desde un destructor en el mediterráneo oriental. Pero el secretario de Estado de Estados Unidos, Rex Tillerson, aclaró que no hubo un contacto directo con el Kremlin.

 

Reacciones al ataque

El presidente del Comité de Defensa de la cámara alta del Parlamento de Rusia, Victor Ozerov, ha anunciado este viernes que Moscú pedirá una reunión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU tras el ataque de Estados Unidos contra una base militar en Siria. En sus declaraciones, recogidas por la agencia rusa de noticias Sputnik, ha sostenido que el ataque "puede ser considerado como un acto de agresión por parte de Estados Unidos contra un país miembro de la ONU".

El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, ha apoyado este viernes el ataque ejecutado por Estados Unidos contra una base aérea ubicada en la provincia siria de Homs (oeste), afirmando que "manda un mensaje firme y claro".


"El Reino Unido apoya totalmente la acción de EE.UU., creemos que es una respuesta apropiada al bárbaro ataque con armas químicas lanzado por el régimen sirio y su finalidd es evitar futuros ataques", ha comunicado un portavoz de Downing Street.

La Coalición Nacional Siria, que aglutina a algunos de los grupos opositores, ha saludado el bombardeo y ha pedido que EE.UU. continúe con su campaña.

El primer ministro australiano, Malcolm Turnbull, ha asegurado que su Gobierno está en "constante comunicación" con Estados Unidos. "Saben nuestra posición. Hemos condenado este ataque totalmente. Necesita una respuesta fuerte y estamos en constante y estrecha comunicación con nuestros aliados, en particular con los Estados Unidos", ha declarado Turnbull.


El ministro de Exteriores francés, Jean Marc Ayrault ha explicado que fue informado del ataque por su homólogo estadounidense, Rex Tillerson. Ayrault se ha felicitado de que EE.UU. comience a clarificar su posición sobre Siria, y ha insistido en que Bachar al Asad no tiene cabida en el futuro del país.

El reino saudí apoya totalmente el ataque, y ha felicitado a Trump por su "valiente decisión".

Irán, aliado de Asad, ha condenado con fuerza el bombardeo. "Estas medidas reforzarán a los terroristas, y complicarán la situación en Siria y en la región", ha lamentado el ministro de Exteriores, Bahram Qasemi.