El presidente de EEUU, Donald Trump, anuncia aranceles y multas de hasta 50.000 millones de dólares contra China para contrarrestar el déficit comercial
y que afectarán a unas cien categorías de productos importados, desde zapatos y ropa a aparatos electrónicos. Trump firmará un memorando en el que también limitará ciertas inversiones de Pekín para contrarrestar su política industrial en sectores como la tecnología móvil y la inteligencia artificial.
Funcionarios de la Casa Blanca acusaban en las últimas horas a Pekín de violar los compromisos que adquirió en su ingreso a la Organización Mundial del Comercio (OMC) en 2001. Precisamente, el responsable de Comercio, Robert Lighthizer, destaca la importancia de la propiedad intelectual: "Nuestra opinión es que tenemos un problema muy serio de pérdida de nuestra propiedad intelectual, que es realmente la mayor ventaja única de la economía estadounidense. En mi opinión es nuestra propiedad intelectual y nuestra capacidad para generar nueva propiedad intelectual. Estamos perdiendo eso con China de una manera que no se refleja en la economía subyacente. Entonces. es un problema enormemente importante".
Estas serán las restricciones comerciales más duras impuestas por Trump a otro país e irán más allá de los aranceles al aluminio y al acero. En 2017, Estados Unidos registró un saldo deficitario de la balanza comercial con China de 357.200 millones de dólares, 8,1% más que el año anterior, sólo por el intercambio de mercancías, es decir con exclusión del sector servicios.
Por otra parte, EEUU y la CE abrirán "inmediatamente" una discusión para alcanzar un acuerdo en materia de comercio exterior que incluirán los aranceles sobre el acero y el aluminio. En un comunicado conjunto las dos partes aseguran que quieren alcanzar una solución cuanto antes. El secretario de Comercio, Robert Lighthizer, adelanta que Argentina y Australia podrían beneficiarse también de exenciones a esas tasas que entrarán en vigor mañana viernes. El presidente de la FED, Jerome Powell, reconoce que los empresarios de EEUU están preocupados: "Lo segundo es, diría yo, que varios miembros han informado sobre sus conversaciones con líderes empresariales de todo el país y han señalado que la política comercial se ha convertido en una preocupación de futuro para ese grupo ".
Brasil puede ser otro país que se beneficiaría de una exención de las tarifas aunque no de inmediato.