El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, celebró el domingo la autorización por parte de la FDA de un tratamiento contra el coronavirus que usa plasma sanguíneo de pacientes recuperados, un día después de acusar a la agencia de impedir el visto bueno a vacunas y terapias por razones políticas.

El anuncio de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) de su “autorización de uso de emergencia” del tratamiento se conoció en la víspera de la Convención Nacional Republicana, donde Trump será nominado para liderar su partido cuatro años más.

“Llevo tiempo queriendo hacer esto”, dijo Trump en una conferencia de prensa inusualmente breve en la Casa Blanca. “Hoy tengo el placer de hacer un anuncio realmente histórico en la batalla contra el virus de China que salvará incontables vidas”.

La FDA explicó su decisión citando pruebas iniciales que sugieren que el plasma sanguíneo puede reducir la mortalidad y mejorar la salud de los pacientes si se administra en los tres primeros días de su hospitalización.

La agencia dijo también que determinó que se trata de una medida segura tras analizar a 20.000 pacientes que recibieron el tratamiento. Hasta la fecha, 70.000 personas han sido tratadas con plasma sanguíneo, según la FDA.

“Parece que el producto es seguro. Estamos cómodos con esto y seguimos sin ver señales de seguridad preocupantes”, afirmó Peter Marks, director del Centro de Evaluación y Análisis Biológico de la FDA, en una videoconferencia con periodistas.

Un día antes del anuncio, Trump etiquetó al comisionado de la agencia, Stephen Hahn, en una publicación en Twitter en la que dijo que “el Estado profundo, o quien sea en la FDA, está haciendo muy difícil a las farmacéuticas inscribir a personas para probar vacunas y terapias”.

“Obviamente, están esperando retrasar la respuesta hasta después del 3 de noviembre. ¡Hay que concentrarse en la velocidad y salvar vidas!”, agregó.

Carrera electoral

Trump busca un repunte de sus cifras en las encuestas durante la convención republicana de esta semana, y el progreso en los tratamientos o una vacuna efectiva para controlar el virus ayudaría a sus posibilidades de reelección.

En Estados Unidos se han reportado al menos 5.686.377 casos de COVID-19, según un recuento de Reuters, y han muerto más de 176.000 personas.

Por otra parte, la Casa Blanca se negó a comentar una información de Financial Times que afirmó que el gobierno evalúa acelerar una vacuna experimental para el COVID-19 desarrollada por AstraZeneca Plc y la Universidad de Oxford, para su uso en Estados Unidos antes de la elección del 3 de noviembre.

Una opción que se explora implicaría que la FDA otorgue una autorización de uso de emergencia en octubre a la posible vacuna, desarrollada por Oxford y con licencia de AstraZeneca, afirmó el FT, citando a personas conocedoras del plan.

Un portavoz de AstraZeneca negó que la compañía haya discutido una autorización de uso de emergencia para su posible vacuna con el gobierno de Estados Unidos e indicó que sería prematuro especular con esa posibilidad.

Reuters