El índice de precios al consumo de China ha repuntado un 1,4 % en febrero con respecto al mismo mes de 2014, una aceleración de seis décimas con respecto a las mismas cifras de enero. La tasa de inflación es superior a la esperada por los analistas, aunque los indicadores de los dos primeros meses de cada ejercicio suelen en ocasiones marcar tendencias diferentes a las del resto del año debido al efecto de las festividades del Año Nuevo Lunar, que China celebra unas veces en el mes de enero y otras en febrero.
El aumento del precio de los alimentos y del transporte fue uno de los principales motores de la mayor subida de la inflación en el segundo mes del año, subrayó un analista de la oficina de estadísticas, Yu Qiumei, al presentar las cifras. Los alimentos, que representan un tercio del IPC, subieron un 2,4 % interanual.
Sin embargo, los precios al productor han bajado un 4,8%, el dato es peor de lo esperado. Es ya el trigésimo sexto mes consecutivo en el que se registran bajadas, lo que muestra la debilidad de la demanda interna.Además, es la mayor caída desde octubre de 2009. El primer ministro chino, Li Keqiang, fijó la semana pasada como objetivo para el año 2015 mantener la subida de precios del IPC por debajo del 3%.