Van a cumplirse 50 años desde que el hombre pisó la luna por primera vez en 1962. El 20 de julio de 1969 Neil Armstrong se convertiría en el primer hombre en pisar la Luna, tras lo que le siguieron otros 11 astronautas estadounidenses hasta diciembre de 1972.
Pero detrás de esta misión se encontraba un sinfín de fracasos e incertidumbres y una gran inversión de recursos.
Entre 1958 y 1973 la NASA destinó 23.600 millones de dólares a explorar la luna, infraestructuras aparte, lo que equivale a unos 131.750 millones de dólares actuales teniendo en cuenta la inflación. La ambición de Estados Unidos hizo que el presupuesto de la agencia se disparara desde 1960. En 1965 alcanzó el récord de 5200 millones de dólares, un 5,3% del gasto del gobierno estadounidense, equivalentes a 10.920 millones actuales.
Para 2019, la Casa Blanca propuso el año pasado al Congreso una total de 19.900 millones para un próximo viaje, un 0,45% del presupuesto total. Desde su pico en los sesenta, la agencia ha sufrido un descenso continuado de fondos, con subidas puntuales. La NASA ya estimaba en 2005 que el coste de una nueva misión lunar rondaría los 104.000 millones, lo que equivaldría a 83.400 millones de euros.
PERO...
¿Qué pasaría si nada hubiera sido real y se hubiera grabado de verdad en un decorado? ¿Cuánta financiación final habría implicado? ¿Y qué habría pasado con el dinero del presupuesto que sobraba?
Durante todos estos años, ciertos grupos fomentan diferentes teorías que desmentirían la primera visita a la luna por el hombre. Vamos a repasar las pruebas más extendidas en las que se basan estos conspiranoicos.
Seguramente la teoría más difundida por los amantes de la conspiración es aquella que argumenta que la bandera estadounidense ondea en la Luna a pesar de que allí no hay viento
Otra de las pruebas más consolidadas es la que indica que en los vídeos y fotografías no se ven las estrellas, a pesar de que en la Luna no hay atmósfera que las oculte Según los teóricos de la conspiración, esto prueba que la NASA falseó el alunizaje.
En el apartado de “sombras extrañas” los conspiranoicos representan las irregulares sombras de los astronautas sobre la Luna intentando demostrar que en las imágenes había más de un foco de luz, además del Sol.
También se ha argumentado que el 'Eagle', el módulo con el que Armstrong y Aldrin aterrizaron en la Luna, no dejó cráter alguno aunque pesaba más de 15 toneladas.
Hay una imagen que es, para los conspiranoicos, la prueba irrefutable del fraude: sobre una roca lunar aparece dibujada una letra 'C', lo que, aseguran, evidenciaría que es parte de un decorado.
Después de estas incógnitas difíciles de probar o desmentir, voy a responder a mi pregunta anterior de cuánto habría costado grabar la escena, por ejemplo, en un garaje cualquiera con un director de cine de la talla de Stanley Kubrick.
Pongamos que el presupuesto aproximado de una película completa de Stanley sería alrededor de los 5, máximo 10 millones de dólares. Tirando por lo alto, imaginemos que el presupuesto para grabar una escena de 20 minutos con Kubrick rondaría entre los 100.000 y los 500.000 dólares ya con todo el tinglado montado. Si le sumamos el precio de un alquiler de garaje hoy en día en Washington DC, por acercarnos a la Casa Blanca, serían unos 200 dólares al mes, que no supondrían ni 10 al día, pero pongamos que le cobrarían 100. Sumándolo todo seguiría sin superar los 500 mil dólares y, por tanto, habría una diferencia abismal con los miles de millones de presupuesto final con los que contó el gobierno para la misión del primer viaje a la luna.