Entre estos parajes mágicos, podemos mencionar la provincia de Krabi, en el sur del país. Lo más afamado de esta región son sus maravillosas playas, las cuales si bien no son lo único digno de ver, bastarían por sí mismas para hacer que cualquier viajero quedara embelesado y satisfecho con su elección. En las próximas líneas hablaremos de los principales atractivos que ofrece, pero si tras leerlo quieres conocerla en mayor profundidad (y seguro que será así), puedes consultar información más detallada en este artículo de Directia Travel sobre qué hacer en Krabi. ¿Empezamos?
El embrujo de un paraíso tropical
Tailandia en conjunto es muy apreciada por su riqueza natural y sus playas de ensueño. A decir verdad, se suele considerar que en otros puntos del país asiático se pueden encontrar playas todavía mejores que las que uno puede disfrutar en Krabi. Esto no quiere decir que sus playas sean de poco interés, sino que más bien se trata de una muestra de lo magníficas que llegan a ser las áreas naturales tailandesas. Sin embargo, hay algo aún mejor en Krabi que sus playas de arena blanca y aguas resplandecientes, y estas son las numerosas islas que se pueden visitar, muchas de ellas declaradas, por cierto, parques naturales.
Dichas islas (y las playas que en ellas se encuentran) albergan la auténtica magia de la provincia, en lo que a paisajes fruto de la naturaleza se refiere. Mencionaremos las más conocidas.
Primero están las islas Phi Phi, al sur de la provincia. Son cuatro en total; la principal y única que está habitada, Koh Phi Phi Don, seguida por Koh Phi Phi Leh, Koh Pai (también llamada Bamboo Island), frente a la cual puede visitarse el precioso arrecife de Hin Klan, y Koh Yunk (conocida como Mosquito Island, aunque no deberías dejarte inquietar por ese nombre).
También forma parte del Parque Nacional de Koh Phi Phi la isla de Hong, que a pesar de su belleza apenas recibe turistas, por lo que ofrece al mismo tiempo unos entornos maravillosos y una tranquilidad que no se suele ver en un destino turístico.
La isla más próxima a la costa de Krabi es Koh Poda, siendo al mismo tiempo la de mayores dimensiones. Es perfecta para relajarse a las sombras de sus palmeras, a la par que se encuentra rodeada por un magnífico arrecife de coral.
Destacan, situadas al extremo opuesto en términos de tamaño, la pequeña pareja de islitas conocida como Tup Island, conectadas por un sendero de arena blanca que desaparece con las mareas altas.
Por último mencionaremos la Chicken Island, bautizada como Koh Gai. Su nombre popular es debido a la forma característica que presenta, similar a la cabeza de una gallina. En relación con esa graciosa circunstancia, algo por lo que destaca esta isla es por la diversidad de su fauna, aparte de que, volviendo a la cuestión de las mareas y el modo en que estas afectan a Tup Island, cuando las aguas están especialmente bajas es posible cruzar a pie entre las pequeñas islas gemelas y Koh Gai.
Enclaves que vale la pena visitar
En lo que respecta a las playas situadas en la costa, primero podemos hablar del pueblo de Ao Nang, un punto de interés turístico con una gran oferta hotelera y de ocio, que además ofrece una espaciosa playa y es el lugar de inicio de muchas de las excursiones turísticas del área.
Muy cerca de ella se encuentra la playa de Nopparat Thara, también muy extensa pero bastante estrecha, hasta el punto de que una gran parte puede desaparecer con la marea alta. Sin embargo, merece ser vista, brindando muchas opciones distintas según lo cerca o lejos de Ao Nang que te sitúes. Algo más alejada del pueblo se encuentra la pequeña playa Tubkaek, provista de una oferta de alojamiento muy exclusiva y un ambiente relajado y agradable. Entre la primera que mentamos y esta última se encuentra la playa de Klong Muang, muy tranquila y con excelentes vistas.
La península de Railay goza de unos majestuosos acantilados de piedra caliza debido a los que es necesario acceder desde el mar, y playas estupendas como las de Phra Nang y Ton Sai. Otro espacio maravilloso es la bahía de Phang Nga, que dispone de hermosas islas y cuevas, siendo Parque Nacional Marino desde hace casi cuatro décadas.
Un enclave donde se unen naturaleza y cultura es el Wat Tham Suea, o Templo de la Cueva del Tigre, formado por una serie de cuevas naturales en cuya cima se sitúa el santuario, elevándose sobre más de un millar de escalones de roca, y las increíbles vistas que se disfrutan desde lo alto. También resulta muy interesante visitar los Night Markets de Krabi, en los cuales es posible disfrutar de la gastronomía y la cultura locales.