China ha aprobado su décimo tercero Plan Quinquenal con un claro objetivo: un crecimiento económico de al menos un 6,5 % anual. Con ello, la pretensión es doblar en 2020 el PIB y la renta per cápita que el país tenía en 2010. Con estas metas, el primer ministro chino, Li Keqiang, ha señalado que ve "más esperanzas que dificultades" en la economía china y ha descartado que el gigante asiático vaya a sufrir un "aterrizaje forzoso.
Este es el primer plan que se ha aprobado bajo el mandato del presidente Xi Jinping, Tras casi dos semanas de reuniones, el Legislativo del país, ha concluido su reunión anual con la aprobación del plan. Se trata de un plan que pretende modernizar el anticuado entramado industrial de China, especialmente en el sector público, lo que va a suponer un fuerte recorte de su capacidad.
A pesar de que de forma oficial el Gobierno ha reconocido que habrá casi dos millones de despidos en el sector del acero y el carbón, en su discurso, el primer ministro chino, Li Keqiang, ha asegurado que esta reconversión industrial no supondrá una pérdida masiva de empleos. En la única rueda de prensa que ofrece al año en China, Li ha asegurado que el Gobierno reducirá más el exceso de capacidad de la industria pero asegura que el Gobierno tiene los recursos financieros para cubrir los despidos. Habrá un fondo de 15.000 millones de dólares para ello.
NUEVA CONEXIÓN BURSÁTIL
Además, el Gobierno chino ha confirmado que tiene la intención de abrir por fin este año la conexión bursátil entre Shenzhen y Hong Kong, similar a la que ya funciona entre Shanghái y Hong Kong desde 2014. La inestabilidad en los mercados chinos creada desde los desplomes masivos del verano ha retrasado la puesta en marcha. La fecha límite es ahora 2016 precisamente esperando que en la segunda mitad del año los mercados den más garantías de estabilidad.