Sin comerlo ni beberlo, el vino español se ha desparramado en el campo de batalla de la guerra comercial. La OMC ha dado luz verde para que Estados Unidos imponga aranceles a Europa y con ello Donald Trump ha decidido atacar a nuestro vino.
¿Tan malo es esto para el sector vitivinícola español? Según José Luis Benítez, director general de la Federación Española del Vino, es una "mala noticia". Y es que Estados Unidos es muy importante para España porque "es el segundo mercado en valor de vino envasado español".
Además, es un mercado que, por lo menos hasta ahora, estaba en crecimiento. "El año pasado tuvimos un crecimiento del 1,5% en ese mercado", explica, y añade que "en los últimos 18 años hablamos de un crecimiento de un 18%".
Una de las particularidades del mercado estadounidense es que es "dinámico" y "capaz de absorber vino caro". El problema ahora es que nos salen más enemigos. "Nuestros enemigos ahora son nuestros amigos italianos, portugieses y griegos, puede haber ese efecto de sustitución" con los vinos de estos mercados, aseguraba Benítez.