El Tribunal de Cuentas se compone por un pleno de 12 consejeros entre los que se cuenta un presidente y un fiscal. El Tribunal realiza informes, memorias o mociones cuando encuentran ilegalidades en la financiación y según el abogado "los remite a entidades de carácter público que deban tener conocimiento de cómo se han llevado las cuentas del Estado". Entre ellas se podrían encontrar las Comunidades Autónomas y las Cortes Generales.
6 miembros del Tribunal de Cuentas son elegidos por el Congreso y otros 6 por el Senado por mayoría de 3/5 de cada una de las cámaras. Ignacio Fuster Fabra defiende que se trata de un órgano independiente debido a estos requisitos. Al mismo tiempo reconoce que ha soportado presiones contra otras investigaciones como las de casos de corrupción o las relativas a Cataluña.