Para Bonet, el Brexit "fue un voto por la protección de los trabajadores y una protección frente a trabajadores extranjeros, pero no un voto contra el libre comercio". Reino Unido levantará los aranceles en cuanto le sea posible. El objetivo de Londres será volver a establecer acuerdos de libre comercio con sus socios europeos, lo más prácticos posibles para las dos partes implicadas. "Otra cosa es lo que salga de las negociaciones con la Unión Europea, para ver a qué acuerdo se llega. Pero Reino Unido no tiene un afán proteccionista".
Respecto a Estados Unidos hay mensajes preocupantes, "pero llevar a la práctica lo que se ha anunciado no es nada sencillo". El problema es que de seguir en esa línea se estarían rompiendo numerosos tratados y acuerdos con otros socios comerciales, de manera que se buscará renegociar varios acuerdos bilaterales, pero EEUU no se retirará del comercio mundial, entre otras cosas porque sus propias empresas no lo van a permitir. Cualquier imposición de barreras comerciales puede volverse en contra de las empresas americanas.
El movimiento proteccionista en Estados Unidos daría pie a un mayor crecimiento comercial de China, que con su entrada en la Organización Mundial del Comercio comenzó a ser un jugador más y cada vez en mayor medida participa según las reglas. "Habrá que tratar a China como un socio más, sin impedimentos, algo que distorsionará el mercado europeo, y en mayor medida el comercio mundial si Estados Unidos, como afirma, vuelve a imponer un sistema de aranceles".