Dinamarca es el país más feliz del mundo. Así se recoge en el informe anual publicado por la Red de Soluciones de Desarrollo Sostenible y el Instituto de la Tierra de la Universidad de Columbia. Dinamarca ha superado este año a Suiza, que se sitúa en segundo lugar, seguido de Islandia, Noruega, Finlandia, Canadá, Holanda o Nueva Zelanda.
EEUU se sitúa en decimotercer lugar, aunque subiendo un par de puestos con respecto a 2015. Reino Unido en el puesto 23, Francia en el 32 y a España la encontramos en el puesto 37, uno por detrás del año pasado.
Si tomamos como referencia la evolución de la felicidad y la evaluación de las condiciones de vida con respecto al periodo previo a la crisis de 2008, España es uno de los más perjudicados. Es uno de los 10 países en los que más ha caído ese nivel de felicidad desde el periodo 2005-2007, en comparación con el periodo 2013-2015. Curiosamente, Italia está en ese ‘top 10’, que encabeza otro país europeo muy golpeado por la crisis: Grecia.
Para elaborar el ranking, los responsables del estudio tienen en cuenta datos como el PIB, la expectativa de vida, la libertad para tomar decisiones, la generosidad o la percepción de la corrupción.
En el lado opuesto de la lista, que recoge 157 países, está Burundi, el menos feliz del mundo, seguido de Siria, Togo, Afganistán y Benin.
Ministros de Felicidad
El primero de estos informes se publicó en 2012, con motivo de una cumbre de la ONU sobre felicidad y bienestar. Desde entonces, cinco países del mundo, según Reuters, han nombrado ministros de Felicidad. Son Bhutan, Ecuador, Escocia, Emiratos Árabes y Venezuela.
Según los responsables del informe, los países que mejoran económicamente no son necesariamente los que más avanzan en el ranking de felicidad. El profesor Jeffrey Sachs, responsable de la Red de Soluciones de Desarrollo Sostenible y asesor especial del secretario general de Naciones Unidas, Costa Rica es un buen ejemplo. En una entrevista con Reuters, Sachs destaca que este país se sitúa en el puesto 14 de la lista, muy por delante de otras naciones más ricas, y muestra unos elevados niveles de salud y felicidad a pesar de no ser una potencia económica.
(Imagen: Flicker. Nelson L.)