¿Qué hacer frente a una recuperación en el horizonte y una inflación que se acerca peligrosamente? Jean-Claude Trichet, presidente del BCE en 2011, quizá se hizo esta pregunta hace exactamente 10 años. Hoy Christine Lagarde podría preguntarse exactamente lo mismo porque la situación económica se asemeja a la de 2011.
Sin embargo, la actual presidenta del BCE cuenta con la ventaja de la experiencia: ya sabe que la respuesta de Trichet ante una situación parecida acabó siendo uno de los mayores errores de la historia del Banco Central Europeo.
Te lo contamos en este podcast de Expediente Abierto.
La situación económica a día 22 de abril de 2021 se asemeja a la del 7 de abril de 2011, cuando Jean-Claude Trichet era presidente del BCE y cometió uno de los mayores errores de la historia de la institución.
Ahora la recesión parece haber quedado atrás, la inflación empieza a repuntar ante la recuperación y los halcones, los partidarios de un endurecimiento de la política monetaria, comienzan a cercar a la presidenta del BCE.
Por aquel entonces Trichet picó el anzuelo y empezó a retirar estímulos monetarios para combatir la creciente inflación. En la reunión del BCE del 7 de abril de 2011 Jean-Claude Trichet subió los tipos de interés ante la presión de los halcones.
En el norte de Europa respiraban aliviados porque los salarios ya habían empezado a subir como consecuencia de la inflación. Mientras tanto, al sur los que se habían hipotecado antes del estallido de la crisis a tipo variable sufrían las consecuencias de la maniobra de Trichet. Pocos meses después la eurozona volvió a entrar en recesión económica.
Parecidos y diferencias entre 2011 y 2021
La situación actual podría parecerse. Las vacunas dan esperanza a que los gobiernos empiecen a levantar las restricciones poco a poco y eso alimenta las expectativas de inflación, que ya han empezado a subir. ¿Repetirá Christine Lagarde el mismo error que Trichet al hacer caso a los halcones y retirar los estímulos demasiado pronto?
Joaquín Robles, desde XTB, cree que la situación no es exactamente la misma ahora que en 2011. "La crisis de la última década fue más una crisis de crédito y ahora lo que han hecho os bc es asegurarse de que el crédito no fuera el problema", explica.
Bruno Cavalier, economista jefe de Oddo BHF, ha identificado cuatro motivos por los que Lagarde no tiene "excusa" para repetir el error de Trichet.
En primer lugar, Cavalier recuerda que en estos diez años la historia nos ha enseñado en diversas ocasiones que las tensiones transitorias en los precios tienen poco poder de predicción sobre las tendencias de inflación. Ya ocurrió en 2011, 2014, 2017 y 2018 y en ningún caso se materializó la temida inflación.
Cavalier también recuerda que el BCE lleva pronosticando una baja inflación durante casi ya una década. Por eso, cree que es "menos arriesgado seguir con políticas excesivamente acomodaticias que una que no sea lo suficientemente solidaria".
Además, en opinión del experto en 2011 se sobrestimaba cuál era el nivel de los tipos de interés que era necesario para contener los riesgos inflacionarios. Sugiere que hoy, a diferencia de la situación hace diez años, no están aumentando los diferenciales de las condiciones financieras entre los distintos países y la política monetaria puede reaccionar mejor que en 2011.
Por eso, para Bruno Cavalier Lagarde "no tiene excusa" para repetir el error de 2011 y empezar a retirar estímulos. Sin embargo, para Joaquín Robles uno de los posibles escenarios ahora es "que aprendamos" la lección de "no haber subido los tipos de interés cuando deberíamos". Recuerda que en "2018-2019 antes del estallido de esta crisis se podía haber subido los tipos de interés y no se hizo".
¿Y ahora qué?
Los expertos de Allianz dicen que "la división [entre halcones y palomas en el BCE] apareció en el acta de la reunión del 11 de marzo, pero aún no se ha puesto de manifiesto". Desde Monex Europe creen que a partir del tercer trimestre Lagarde volverá al ritmo de compras del PEPP anterior a la reunión de marzo.
Anna Stupnytska, economista Global en Fidelity International, alerta de que "el riesgo de que se produzca un error en la política monetaria en un entorno tan inédito es particularmente elevado".