Sara Poza.- Los avances tecnológicos y científicos consiguen acercarnos cada día más a experiencias que  por nuestra condición humana, hasta el momento solo habíamos podido soñar. ¿Quién no ha soñado alguna vez con volar? Si pudiéramos surcar el cielo con nuestros amigos voladores, tristemente, nos toparíamos con nuestras propias trampas y complicaciones.


Cada año miles de millones de aves migran en busca de comida y mejores condiciones climáticas. Atravesando océanos, desiertos, montañas e incluso hemisferios. Los recorridos de las distintas especies pueden durar desde unas horas hasta varios meses y estos duros viajes son posibles gracias a ciertas adaptaciones físicas, pero que con el paso de los años se complican debido a la acción humana y el impacto medioambiental.

Las aves migratorias  se enfrentan a numerosos peligros pero los derivados de la actividad humana son su peor amenaza. Las colisiones con construcciones humanas, sobre todo las que están iluminadas de noche, causan la muerte de millones de aves cada año, el desarrollo de la agricultura destruye los hábitat dificultando también las necesarias paradas en los casos de muchas especies durante sus viajes, con el fin de reponer energías y descansar. Tal es el caso de Asia que su reciente desarrollo ha degradado hábitats y zonas de descanso dejando a muchas especies en situación de vulnerabilidad o declive.

Las aves que recorren distancias cortas se guían por el régimen de vientos además de por datos visuales olfativos y auditivos. Las aves migratorias que recorren grandes distancias aprovechar el sol, las estrellas y los campos magnéticos a modo de brújula para seguir sus rutas.

No solo es una de los espectáculos más fascinantes de la naturaleza, las migraciones, el comportamiento de las aves durante sus diferentes ciclos, pueden ser un importante bioindicador de la salud de nuestro planeta. Observar estos viajes es también una manera analizar y reflexionar sobre la interdependencia de las personas y aquellos seres vivos con los que compartimos planeta y recursos limitados.

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