La pandemia del coronavirus nos ha enseñado muchas lecciones que podemos aplicar a la crisis climática. Anticiparse, tener planes de contingencia y escuchar a la ciencia son algunas de ellas. Desde el punto de vista empresarial, las compañías deben entender que no habrá desarrollo económico si no es sostenible.
Es uno de los puntos principales que se han destacado durante la primera tertulia del "Especial Sostenibilidad Ambiental" de Capital Radio.
En ella han participado Amado Gil, de la Unidad Corporativa de Medio Ambiente de Naturgy, Rubén Ruiz, director de Operaciones de SUEZ España y Alicia Torrego, directora de Fundación Conama.
Puedes escuchar su intervención en el siguiente podcast:
Hablamos con Amado Gil, de la Unidad Corporativa de Medio Ambiente de Naturgy, Rubén Ruiz, director de Operaciones de SUEZ España y Alicia Torrego, directora de Fundación Conama.
¿En qué punto estamos?
Según explica Amado Gil, de la Unidad Corporativa de Medio Ambiente de Naturgy, ahora mismo estamos en un punto en el que la transición energética tiene que ser vista como una oportunidad por parte de las empresas.
Para Rubén Ruiz, director de Operaciones de SUEZ España, es evidente que la crisis climática es, sin duda, el principal reto que afronta la humanidad. Ya tiene consecuencias visibles hoy, que irán en aumento en el futuro y que afectan además a todos los ámbitos de la vida, no solo el económico, también social.
Explica que en el mundo del agua ya se está viendo cómo afecta la crisis climática a la sostenibilidad y la calidad, "ya vemos escenarios con escasez de agua".
Alicia Torrego, directora de Fundación Conama apunta que antes de la pandemia teníamos la agenda 2030 y la emergencia climática como las guías para liderar los cambios que teníamos que realizar.
Ahora, se pone todavía más de relieve la necesidad de hacer un mundo más seguro para todos. "Esta pandemia nos ha enseñado lo importante que es estar preparado para afrontar las crisis".
Desde Naturgy, elaboraron un plan de medio ambiente para el periodo 2018-2022 que se centra en cuatro líneas de actuación, con objetivos específicos y cuantificables. Entre ellos, reducir emisiones, reducir residuos, aumentar el reciclaje y llevar a cabo 300 actuaciones anuales en biodiversidad.
Suez también tiene un Plan Estratégico de Desarrollo Sostenible, llamado REwater Global Plan (2017-2021). Es una estrategia de desarrollo sostenible, que cambiaba la forma de trabajar. "Introducía un primer driver de decisión en todas las actuaciones, inversiones, etc, que íbamos a llevar dentro de la compañía".
La firma ha establecido 10 compromisos. De ellos, cuatro están relacionados con la sostenibilidad ambiental y los otros seis son de impacto social.
Y es que según señala, la sostenibilidad ya no es un departamento secundario, sino que está involucrado en todas las actuaciones de una compañía. "No habrá desarrollo económico si no es sostenible", explica Rubén Ruiz.
Un punto clave para Suez es además preservar la biodiversidad en el 100% de sus instalaciones que estén ubicadas en espacios sensibles. Por ejemplo, explica que sus plantas que están en zonas verdes, eran puntos grises dentro de esos puntos verdes.
Han querido cambiar eso e integrar sus instalaciones dentro de la naturaleza. Por ejemplo facilitan que en ellas puedan anidar aves.
Alicia Torrego señala que para conseguir soluciones, hay que trabajar con una visión compleja y conseguir la colaboración de todos los agentes para que se pueda construir ese modelo realmente sostenible, económico y social. Es en lo que trabajan desde Conama.
"Si tomamos como objetivo el pacto verde de la Comisión Europea, sabemos que requiere que el proceso sea participativo, que haya un diálogo con todas las partes".
En este sentido, no hay un sector que colabore más que otro. Según explica, "tenemos motores en todos los ámbitos y vagones de cola en todos los ámbitos".
Hay líderes en el ámbito social, en el social, en las administraciones locales y otros que "se dejan llevar o consideran que el esfuerzo que lleva esta transformación no lo ven como algo necesario o como la oportunidad que es".
Y en efecto, hay líderes que irán marcando el proceso, pero nadie puede quedarse atrás. Toda la sociedad y todos sus ámbitos deben estar integrados para lograr un cambio efectivo.
Por suerte, ese cambio ya se está produciendo, "la prueba es que estamos viendo que ya grandes empresas energéticas tienen entre sus objetivos conservar la biodiversidad", señala Alicia Torrego.
¿Qué nos ha enseñado la pandemia?
Según explica Amado Gil, de Naturgy, de esta pandemia hemos aprendido muchas lecciones. Una de ellas, es el coste de la inacción. "Retrasar cualquier actuación tiene unos costes muy elevados, en algunos casos inasumibles, si hablamos de vidas humanas. Lo hemos visto con la pandemia y se puede aplicar al cambio climático".
Además hemos visto que la toma de decisiones tiene que ser basada en la ciencia. En el caso del cambio climático lo tenemos más fácil que con la pandemia, que nos han pillado por sorpresa. Sobre los temas climáticos hay un amplio consenso científico.
También hemos podido comprobar que, en lo que se refiere a la movilidad, que sigue teniendo un elevado impacto en las emisiones, "estamos muy preparados para el teletrabajo, se ha hecho mejor de lo que muchos esperaban", lo que demuestra que es una alternativa para reducir emisiones.
Y además el empoderamiento de la ciudadanía ha sido clave. Cuando la gente ha actuado, con esa corresponsabilidad individual , se ha empezado a parar la pandemia.
También Rubén Ruiz, de SUEZ España, apunta que la ciencia nos va a dar la guía a seguir a la hora de responder a la emergencia climática.
Sobre la pandemia, en lo que respecta al agua y a la gestión del coronavirus, señala que el ser humano excreta el virus días antes de tener síntomas. Esas heces que llegan a las aguas residuales tienen cierta presencia de virus.
Gracias a eso, "se puede establecer puntos de detección temprana, con recogida de muestras y una serie de analíticas, para ver si hay presencia de ese virus en algunas zonas".
Para Alicia Torrego, de Fundación Conama, el coronavirus está siendo una crisis global interconectada, que nos recuerda nuestra vulnerabilidad y cómo es tarea de todos pararla, ya que todos dependemos de la naturaleza, formamos parte del planeta, de un sistema complejo e interconectado.
En este sentido, añade dos aspectos: la necesidad de anticiparnos, antes de que lleguen los grandes problemas, en las decisiones, las inversiones, las estrategias. Y no minusvalorar el impacto de las crisis medioambientales, no pensar que cuando llegue, ya lo solucionaremos.
"Con el Covid-19, cuando estaba en Wuhan lo veíamos lejos. Luego llegó a Italia y tampoco nos preocupamos en exceso. Y luego llegó aquí". Podíamos haber actuado antes. "No debemos hacer eso con la crisis medioambiental, esperar que llegue aquí".
En esa mira dirección, Rubén Ruiz explica que sí había indicios para poder haberse preparado y hacer planes de contingencia. Pone un ejemplo relacionado con la sequía: "si actúas sobre una sequía cuando ya está sucediendo, ya vas tarde. Hay que anticiparse y estar preparado".
Para Alicia Torrego, son decisiones que no son fáciles, porque muchas veces tienen que ver con el negocio, con la forma que tiene una empresa de generar beneficios. "Pero hay que entender que si no se toman, el coste será mucho mayor".