180 minutos para poner de vuelta y media a un país por la disolución de un Parlamento de manera acelerada. A horas intempestivas. Rebelión de un mandatario que nadie se esperaba que ascendiera desde un remoto pueblo hasta Lima aunque en poco más de año y medio abandona.
O, en el mejor de los casos, lo hacen abandonar entre detenciones. Pero ojo porque es que el miércoles en el que Castillo cayó estaba prevista contra él una moción de censura por presunta “permanente incapacidad moral” después de que en julio de 2021 fuera elegido como capitán del barco que tenía que navegar entre las mareas del Perú.
Así, el del pasado miércoles no era el primer pulso político entre el expresidente y un Congreso notablemente dividido.
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La moción de censura suponía el tercer proceso al que se enfrentaba Castillo, que ya había esquivado un primer intento de destitución en diciembre de 2021, cuando la moción no llegó a ser admitida a trámite, y un segundo proceso en marzo, que no contó con los apoyos necesarios para salir adelante.
Las calles gritan - una vez destituido - y ahora siguen en contra del país porque no es tanto la crisis por Castillo sino por un sistema parlamentario errático. Visto esto, poco después del arresto del presidente, la vicepresidenta, sucesora natural, tomaba el mando.
Lo hacía para llevar al país a la convocatoria acelerada de elecciones, pero acelerada que no ya.
Primera mujer del país en asumir el cargo. Sin embargo, la insatisfacción crece por días. El nivel de violencia se incrementa casi una semana después del autogolpe mal parado: acabó destituido, detenido y acusado de rebelión.
Nada parece calmar los ánimos. Una turba trató de quemar la Fiscalía de la ciudad de Camaná ante un grupo reducido de policías que tuvo que huir. En otras ciudades se han quemado instalaciones de empresas y se han bloqueado carreteras y puentes.
El Gobierno pende de un hilo. Si no consigue calmar las protestas sin represión, las horas de la presidenta que no lleva ni una semana en el cargo podrían estar contadas. La política peruana ha entrado en un proceso de autodestrucción que devora a casi todos sus gobernantes. El de Boluarte podría ser un nombre más en la lista.
Desde hace 40 años, todos los presidentes de Perú (salvo los provisionales o los que mueren a tiempo) acaban detenidos. Pedro Castillo no hizo nada que no hubieran hecho sus ilustres predecesores.
¡Ojo!
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Crisis en Perú con una población enfurecida contra todo un sistema político que acaba con el presidente como cabeza de turco, pero más allá analizamos qué es lo que pasa en el país con Andrés González Flores, politólogo y jurista especializado en estudios lationamericanos. Al tiempo, aquí en Europa se airean los trapos sucios y comienza la batalla de los cadáveres político con la destitución de la vicepresidenta del Parlamento Europeo junto a Emilio Ordiz, experto en política europea y periodista en 20 minutos y El Orden Mundial. Pero seguimos mirando al viejo continente con el proyecto que ha lanzado el canal de televisión, ARTE. El informativo semanal que nos presenta el director de la versión en español, Marc Campdelacreu. En la sección de Descifrando La Guerra, el coordinador general de la web, Alejandro López nos explica la orquesta que suena de fondo en la enésima crisis de Kosovo. Y terminamos con las efemérides históricas de Sofía Torres.