El secretario de Hacienda asegura que su Ejecutivo se compromete a mantener un nivel de presión fiscal agregada entre el 38% y 39% del PIB y añade que los efectos de la reforma se verán claramente durante este año y 2016. Una reforma fiscal que derivará en una inyección de liquidez de 9.000 millones de euros y “va a suponer una aceleración de la actividad económica” que los contribuyentes van a notar ya en las nóminas de enero. Por otro lado, señala que estas cifras sitúan a España en una posición competitiva respecto a la Unión Europea, donde la media se sitúa por encima del umbral del 40%. En cualquier caso, recuerda que “con una gestión adecuada del gasto público podemos mantener un nivel de presión fiscal que no perjudique la actividad”.
Miguel Ferre también se ha referido al impuesto del patrimonio que corresponde al marco de financiación de las Comunidades Autónomas. Asegura que no es el momento de abordar este cambio ni de analizar globalmente el sistema de financiación de las autonomías, dadas las condiciones políticas y económicas.
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