Francia se encuentra al borde de una crisis gubernamental sin precedentes, con la posibilidad de que el gobierno de Michel Barnier se convierta en uno de los más cortos de la historia reciente del país. La situación se ha precipitado después de que el partido Agrupación Nacional de Marine Le Pen anunciara su apoyo a la moción de censura presentada por la izquierda.

Analizamos las claves de esta crisis política en Francia con Pablo del Amo, investigador del Real Instituto Elcano.

Francia, colapsada: "Macron no puede convocar elecciones hasta julio"

Francia se encuentra al borde de una crisis gubernamental sin precedentes. El gobierno de Barnier puede convertirse en uno de los más cortos del país.

Crisis presupuestaria como detonante

El conflicto se ha intensificado después de que Barnier se viera obligado a presentar las cuentas de la seguridad social por decreto, ante la virtual pérdida de la votación en el parlamento. La situación financiera francesa es especialmente delicada, con un déficit que supera el 6%, muy por encima del límite del 3% establecido por la Unión Europea.

El desacuerdo surge principalmente por la negativa del gobierno a atender las exigencias de Agrupación Nacional, especialmente en lo referente a "la bajada de impuestos de energía y electricidad", según explica nuestro invitado capital. Además, existe discrepancia sobre la actualización de las pensiones, que Le Pen pretende retrasar hasta el verano.

"El presidente Macron no puede convocar elecciones hasta julio debido a restricciones constitucionales", señala del Amo, quien añade que las opciones incluyen "designar un nuevo primer ministro, ya sea intentando dar el poder a la izquierda o buscar otra nueva fórmula que integre a la derecha, el bloque central o incluso a la extrema derecha".

La crisis política francesa tiene importantes repercusiones a nivel europeo. "Francia ha perdido paulatinamente su poder e influencia en la Unión Europea", afirma del Amo, destacando el debilitamiento del histórico eje franco-alemán debido a la falta de "convergencia entre ambos líderes, Scholz y Macron, en diversas cuestiones de política exterior y económica".

La situación actual plantea un escenario de incertidumbre política que podría prolongarse durante meses, afectando no solo a la gobernabilidad de Francia sino también a su papel en el contexto europeo.