El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, tiene previsto anunciar nuevos aranceles que entrarán en vigor de forma inmediata. La comparecencia está programada para cuando cierre Wall Street, a las 16:00 hora de Washington, y se espera que los aranceles afecten a prácticamente todos los países del mundo.
Aunque los detalles no han trascendido completamente, se habla de un arancel general que podría llegar hasta un 20%. Juan Verde, estratega internacional para el sector privado y público, explica las consecuencias de esta decisión en la Entrevista Capital de este miércoles:
El estratega internacional analiza el impacto de los nuevos aranceles anunciados por Donald Trump y sus consecuencias en la economía global.
El fin de la globalización conocida
El experto anticipa una respuesta inmediata de los socios comerciales de EE.UU.: "Se puede esperar una reciprocidad por parte de la inmensa mayoría de los países con los que Estados Unidos tiene una relación comercial importante. Y esto puede ser una declaración simbólica de guerra comercial".
Según Verde, estas medidas no lograrán el objetivo de hacer a "América grande de nuevo" en el corto plazo: "Va a significar un golpe para el bolsillo del consumidor norteamericano. Ese intento de reducir el déficit comercial de Estados Unidos con otros mercados es una buena intención, pero no ocurre de la noche a la mañana y desde luego no ocurre enfrentándose a los países que hasta ahora han sido sus mejores y más fieles aliados históricos".
El estratega destaca que el impacto será inmediato para todos: "Para los norteamericanos va a aumentar los precios, para las empresas va a bajar la rentabilidad, va a crear incertidumbre, se van a parar las inversiones y esto podría incluso tener un impacto negativo en la generación de empleo".
Uno de los aspectos más llamativos del análisis de Verde es que China, tradicionalmente vista como rival comercial de Estados Unidos, podría salir beneficiada de esta situación. "Puede ser un verdadero regalo para China que haga que la Unión Europea busque alternativas al mercado estadounidense", afirma.
"Yo creo que vamos a tener un impacto directo, por supuesto, para la industria automotriz en Alemania, para la industria de lujo en Francia, para España, en particular, para el País Vasco en la industria automotriz o incluso agroalimentaria en el sur de España"