Y a esta situación de menor amistad con los bancos centrales hay que añadirle un escenario de mayor proteccionismo comercial. un proteccionismo que confirma los peores temores tras la victoria de Donald Trump. "El mayor proteccionismo no beneficia a nadie: los aranceles pueden suponer mayores precios y tensiones inflacionistas, algo que pone más nerviosos a los bancos centrales, que podrían actuar", explica Luna.