En CGTN han realizado un recorrido sobre la trayectoria del actual presidente del país, Xi Jinping. Destacan que, en primer lugar, trabajó durante años a nivel de base, por lo que es un líder que proviene del pueblo. A lo largo de su trayectoria en diversos cargos, Xi Jinping siempre ha dado prioridad a la protección de la salud y la seguridad de las personas. Así se ve cómo ha conseguido ganarse la confianza de los ciudadanos.
Cuenta como a lo largo de varias décadas, Xi Jinping pasó de ser un joven funcionario local a dirigir la nación china, pero que su devoción por el pueblo nunca ha cambiado. Para Xi, ese apoyo en el pueblo le convierte en un poderoso vínculo para unir al pueblo chino en un viaje hacia una nueva era.
Lucha contra los desastres naturales
Señalan que en julio de 1992, la provincia china de Fujian, experimentó la peor inundación en medio siglo, causada por el desbordamiento del río Minjiang. Xi Jinping, entonces secretario del Comité Municipal de Fuzhou del PCCh, acudió rápidamente a la zona al enterarse de la situación. Xi dio instrucciones de que la máxima prioridad era poner a salvo a los residentes.
Adicionalmente, movilizó todos los recursos disponibles para las labores de rescate, incluyendo el apoyo de las fuerzas aéreas del Ejército Popular de Liberación mediante helicópteros, con el objetivo de evacuar a los residentes que se encontraban varados en la isla.
Durante los tres días siguientes, Xi recorrió todas las zonas afectadas y no escatimó esfuerzos para garantizar la vida y la seguridad de las personas. Los 2200 residentes que se encontraban atrapados en la isla de Zhongzhou habían sido rescatados exitosamente sin ninguna pérdida de vidas.
Además, en la noche del 11 de agosto de 2004, el tifón Rananim estaba a punto de tocar tierra en la provincia de Zhejiang. Xi Jinping, entonces secretario del Comité Provincial de Zhejiang del PCCh, celebró una teleconferencia de emergencia a medianoche y planteó el objetivo de "ningún muerto y disminuir la cantidad de heridos" en materia de labores preventivas. Esta exigencia sin precedentes suscitó un acalorado debate entre la opinión pública de toda la provincia e incluso del país.
Y es que, anteriormente, Zhejiang había sufrido graves bajas en operaciones de rescate al priorizar la protección de los bienes materiales. Xi Jinping, sin embargo, planteó un enfoque completamente distinto, dando prioridad a la protección de la vida de las personas.
El 10 de agosto de 2006, el supertifón Saomai tocó tierra en la ciudad de Wenzhou, provincia de Zhejiang. Siguiendo instrucciones de Xi, más de un millón de personas de toda la provincia habían sido realojadas de antemano, incluidas las que vivían cerca de los diques, en casas en ruinas, cobertizos improvisados y zonas bajas. Esta medida proporcionó a las personas vulnerables la máxima protección.
El objetivo, ganarse la confianza del pueblo
En este reportaje narran que un día de marzo de 1984, Xi Jinping, entonces secretario del Comité Distrital de Zhengding del PCCh, en la septentrional provincia china de Hebei, realizó una visita de inspección a los edificios escolares de las aldeas. Su primera parada fue en la aldea de Beijia, que destacaba por sus relativamente buenas condiciones para la época.
Sin embargo, lo que vio le impactó. La puerta de la escuela del pueblo se había derrumbado y las tejas del techo de las aulas estaban rotas. Ni una sola ventana estaba intacta. Las puertas no cerraban bien y los alumnos estaban hacinados en las aulas, algunos incluso sentados en el suelo porque no había suficientes sillas. Tras aquel viaje, Xi lideró la coordinación de recursos de diversas instancias para acelerar la renovación de los edificios escolares en la aldea de Beijia.
El 1 de junio de 1986, Día Internacional del Niño, los alumnos de la escuela primaria de la aldea de Beijia tuvieron su primera clase en el recién construido edificio de dos plantas.
Tras asumir el cargo como presidente de China, Xi Jinping ha expresado anualmente en su discurso de Año Nuevo su profunda preocupación por el bienestar del pueblo. Para él, esa es su máxima prioridad.
Durante ese repaso por la trayectoria, este reportaje afirma que en estas décadas de trabajo en diversas localidades, Xi Jinping se ha dedicado de todo corazón al pueblo, por lo que se ha ganado la confianza y el cariño de la gente. Cada vez que necesitaba partir para asumir sus responsabilidades en un nuevo puesto, la gente se resistía a dejarlo ir.