El cambio climático podría empujar a más de 100 millones de personas más a la pobreza para el año 2030 si no se aplican las políticas correctas para protegerles del tiempo extremo y la subida del nivel de los océanos. Es la principal conclusión del informe del Banco Mundial "Ondas sísmicas: Gestionando el impacto del cambio climático en la pobreza", donde el organismo subraya el alto nivel de riesgo que encaran estas personas, debido a posibles fallos en las cosechas, subida del precio de los alimentos y mayor incidencia de enfermedades.
El Banco Mundial defiende que los ambiciosos planes para reducir las emisiones que producen el cambio climático deben incluir a los pobres y protegerles de repercusiones negativas. "El cambio climático golpea más fuerte a los más pobres y nuestro desafío ahora es proteger a decenas de millones de personas para que no caigan en la pobreza extrema debido al cambio climático", explica el presidente del Grupo del Banco Mundial Jim Yong Kim en un comunicado.
La estimación del banco, de 100 millones de pobres más para 2030, se suma a los 900 millones que se prevé estarán viviendo en la pobreza extrema si el desarrollo progresa lentamente. Para 2015, el organismo estima el número de pobres en 702 millones de personas.
El cambio climático ya los está afectando debido a una reducción de los rendimientos de los cereales, las inundaciones que destruyen activos y medios de vida y una mayor amenaza de enfermedades como la malaria, señala John Roome, director senior del Banco Mundial sobre cambio climático.