Los ciudadanos del mundo se encuentran confinados en sus casas ante la crisis sanitaria que atraviesa el planeta tierra. Se ha restringido un derecho fundamental como la libre circulación para atender un problema mayor. Sin embargo, "si los momentos de emergencia se prolongan mucho en el tiempo pueden convertirse en amenazas para los DDHH", advierten desde Amnistía Internacional España.
Y es que" hay gobiernos que se aprovechan de la emergencia sanitaria para censurar derechos humanos", explica Esteban Beltrán, director de la organización.
Escucha la entrevista completa en el siguiente podcast.
Entrevista a Esteban Beltrán, director de Amnistía Internacional España.
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En Rusia se censuró a una medica que denunció fallas en el sistema sanitario y en China los médicos que descubrieron la existencia del coronavirus fueron silenciados. En Filipinas se dijo que se iba a matar a todos aquellos que no respetaran el confinamiento.
Ha habido ejemplos de censuras hasta en Europa. En Hungría, por ejemplo, el Gobierno dijo que va a gobernar con plenos derechos sin acudir al Parlamento y sin fecha de caducidad.
En España "no se protege adecuadamente a los sanitarios"
En Amnistía Internacional se mantienen analizando la situación de España y por ahora han detectado dos hechos preocupantes. Por un lado, consideran que "no se protege adecuadamente al personal sanitarios". Otro de los "puntos calientes" es el centro de estancia en Melilla donde hay 1.700 personas hacinadas, alerta Beltrán.
La prohibición de realizar desahucios durante seis meses, la protección a las mujeres que sufren violencia de género y las medidas para ayudar a las Pymes, son las que Amnistía Internacional destaca como positivas. Pero lo más importante señala Beltrán, es que el estado de emergencia tiene fecha de caducidad: el próximo 24 de abril.
Ojo con la vigilancia como excusa para controlar el virus
Hay una serie de señales que indican que la preservación de los derechos humanos podría estar en riesgo. Por un lado, hay que estar atentos al uso de la tecnología. "Lo digital puede ayudar mucho a la emergencia sanitaria, pero también puede constituir una amenaza", advierte el director de Amnistía Internacional España.
Las herramientas digitales se están utilizando por muchos estados para controlar y rastrear la expansión del coronavirus. Sin embargo, hay que procurar que los datos que se proporcionen sean anónimos. "Hay que tener mucho cuidado con los datos personales. Siempre que sea una geolocalización para enfrentar la enfermedad sin datos personales, está bien", señala.