Años de tipos bajos o incluso negativos, acompañados de un aumento del número de pensionistas, debido al envejecimiento de la población, están sacudiendo el sistema de pensiones neerlandés, que hasta ahora los defensores de la jubilación por capitalización presentaban como un modelo.
El sistema preferido de los neoliberales, un pilar esencial del reciclaje de la deuda.
Escucha la historia completa en este podcast de Mercado Abierto:
El Gobierno de Mark Rutte se planeta cambiar la ley de fondos de pensiones y mercados para cambiar el sistema a partir de enero de 2027
La crisis en los Países Bajos es creciente con manifestaciones reiterativas desde hace años de jubilados y empleados para oponerse a las bajadas de las pensiones. Dicen que el sistema de aquel país es el mejor del mundo y vamos a ver si lo explicamos.
Es un sistema mixto, que combina una pensión pública de reparto con un sistema privado de pensiones de empleo de capitalización basadas en la relación laboral. Son tres pilares los que sostienen a los neerlandeses más mayores.
Por un lado, está la pensión estatal AOW. Esta es una pensión de reparto: las cotizaciones de los trabajadores pagan las prestaciones de los jubilados y los beneficiaros son todos los que hayan residido o trabajado en los Países Bajos desde los 15 hasta los 65 años - aunque a partir de 2026 el límite llegará a los 67.
Por otro lado, está el sistema de pensiones de empleo. Más del 90% de los trabajares de este país participa en estas hojas de ruta. La pensión del sistema de empleo supone la parte principal de la pensión total que perciben los trabajadores, aproximadamente, en siete de cada diez euros.
Y el tercer pilar del mecanismo depende ya de cada uno. Productos de pensiones individuales a los que recurren especialmente autónomos y empleados de sectores sin planes de pensiones de empleo. De esta forma, la gente puede ahorrar para una pensión adicional complementaria.
Según algunas estimaciones, ahora faltan más de 13.000 millones de euros para apoyar la financiación general del sistema, que ahora permite pagar las pensiones de más de tres millones de personas.
¿Cuál es el problema?
El problema es que desde la crisis financiera de 2008, la situación se ha deteriorado imperceptiblemente. Al igual que todos los demás actores financieros, los fondos de pensiones holandeses han estado sometidos a una presión inmensa. Gracias a sus enormes reservas, pudieron, a diferencia de muchos fondos estadounidenses, mantener su nivel de beneficios y pagar las pensiones prometidas. Tras la década de tipos bajos que hemos tenido, la presión financiera ha ido creciendo.
Con el dinero gratuito, todos los modelos financieros existentes se han visto sacudidos; los bancos ya no generan ingresos suficientes de su negocio tradicional de intermediación, las aseguradoras y los fondos de pensiones ya no generan suficientes rendimientos para cumplir sus compromisos y aumentar sus reservas.
Los aproximadamente 240 fondos de pensiones ya no tienen las tasas de cobertura requeridas para proporcionar beneficios. Es posible que uno de cada seis fondos de pensiones tenga que reducir el importe de las pensiones que pagan, advertía el Banco Central de los Países Bajos en enero. Y por esto en el parlamento neerlandés se han decidido por lanzar una modificación de ley de fondos y mercados de pensiones para acrecentar los ciclos de vida de inversión de cada uno de estos vehículos.
Lo que contempla el nuevo texto legislativo es que se puedan ir ajustando las carteras de inversión en función del riesgo al que se expongan los jubilados. Estas carteras de contrapartida suelen estar compuestas por bonos y swaps utilizadas por los fondos de pensiones para cubrir sus tasas de interés.
¿Qué es lo que preocupa?
Que la población está cada vez más envejecida. Hay menos jóvenes en edad de trabajar y la volatilidad de los mercados compromete la rentabilidad de los activos que se ofrecen a los clientes.
Además, está el ojo puesto en las preocupaciones sobre si el gobierno de Mark Rutte ha llegado a tener en cuenta el impacto de la operación en las entidades bancarias que, como consecuencia de una mayor exposición al riesgo, ponen en evidencia la solvencia del sistema financiero neerlandés.
Así las cosas, se espera que este nuevo sistema entre en vigor en enero de 2027 con una transición que comenzará en julio de 2023. Mientras tanto, el sistema de pensiones neerlandés - reconocido como el mejor del mundo - tira de Peter Pan.